lunes, octubre 31, 2011

51

Las transformaciones continúan. Esta mañana el ruido de fondo en la universidad no era el de la podadora latosa de siempre; se oían las hojas secas cayendo una tras otra. El verde del pasto de la universidad, ése que no me cansaba de contemplar y que no tenía equivalente en la guía Pantone, va dando lugar a un ocre extraño. No me encanta que se vaya el verde, pero he de confesar que me gusta el otoño. Igualito que las hojas secas, se me van los días. Los deadlines esperan amenazantes, los 30 también. Cada hoja que se va es un día menos, pero también es un día más de experiencia (¿será el modo de justificar la vejez?). Damn it, soy una cursi de clóset.

domingo, octubre 30, 2011

52


Era la 1:59 y volvió a ser la 1:00, el cambio de horario me hace recordar el día de la marmota.
Eso de enviar mensajes subliminales a uno y que los asuma otro también lo he vivido varias veces. He de cuestionar mis habilidades comunicativas.
Trabajar sin parar en domingo, en pijama, creo que también lo he vivido muchas veces. He de preguntarme qué onda con mi agenda.
¿Será que viví el día de la marmota y algo de lo vivido se repitió?
Como sea, bien lo decía Scarlett O'Hara, "mañana será otro día".

cosas que pasaron por mi mente mientras veía Gigantes de acero



  • Espero que, en el coloquio, no nos dejen como a Noisy Boy.
  • ¿Ella no quiere ir a la ducha con Charlie (Hugh Jackman)? Conozco un montón de gente que sí... yo, por ejemplo.
  • Qué bonitos ojos tiene Atom.
  • ¿Por qué son tan cobardes algunos(los) hombres?
  • ¿Zeuz es Cuauhtémoc Blanco? Ok, no, pero festeja igual.
  • Sospecho que Max (Dakota Goy) es, en realidad, el papá. No importa que tenga 11 años.
  • ¿Cuántos años tiene Hugh Jackman? Ya se le ve fregadona la cara. Como sea, muy atractivo resulta.
  • Qué bonita es Evangeline Lilly.
  • Lo dicho, muy cobardes son algunos hombres.
  • Eso que vimos es Rocky versión robots. Algo me hace sospechar que las historias ya fueron contadas.
  • Pero, qué importa que sea Rocky, si el robot es tan lindo y el niñito es tan maravilloso y Hugh es Hugh.
  • ¿Así que ése es el secreto? ¿Aguantar los guamazos y esperar que el otro pierda su núcleo de energía? Anotado.
  • El desmadre sobre la relación humano-tecnología despierta mi lado más ñoño... pero eso no va en este blog, mejor en éste.

cosas que pasaron por mi mente mientras veía Miss Bala



  • ¿De qué me perdí en los primeros 10 minutos?
  • Ese camión parece de Aguascalientes y esa juguetería también... oh, por Dios, es Aguascalientes disfrazado de Tijuana.
  • Oh, sí, la calle Madero, Las Antorchas, la Plaza Fundadores, López Mateos con algún paso a desnivel en construcción, el Sindicato Ferrocarrilero, alguna casa perdida en la salida a San Luis... con vista al Cerro del Muerto, la tiendita de cervezas que ocupa el espacio donde alguna vez estuvo Danessa 33, el centro comercial El Dorado, la central camionera, el lugar de las combis... todo está ahí.
  • ¿O sea que, en el fondo, todos son lo mismo?
  • Bien tranquilo el papá: ¿de veras quieres que me vaya?
  • Fajas especiales con fajos de billetes... ¿una alternativa a las varillas para verse flaca? Ok, no.
  • Ay, tan rico su narco y tan chafita su bolso... es de los que cuestan $100 en TodoModa.
  • ¿O sea que las mujeres siempre traicionan? Malditos misóginos.
  • ¿Ya se acabó? Qué final tan flojo.
Acá una nota poquito más seria, que no una crítica.

sábado, octubre 29, 2011

53

A veces pienso que tengo el corazón de piedra (no sé si como Lucía Méndez en los 80), porque digo "adiós" con gran facilidad. Otras no tanto. Hoy fue extraño. Desmantelar la oficina que montamos hace años con tanto gusto causa, por lo menos, sentimientos encontrados. La misión era simple: ir y recoger las cosas, porque alguien tomó la decisión de que no siguiéramos ahí. Al final, no fue tan simple, no nos habíamos dado cuenta de las muchas cosas que se acumularon y no teníamos previsto que sacar todo nos implicara un esfuerzo físico considerable (bajar cajas pesadas por escaleras estrechas nunca ha sido fácil). Quizás el mentado esfuerzo físico es nada frente a lo complicado de asumir que, a veces, las cosas no funcionan, que la hemos regado y muy feo y que mucho se ha roto en estos tiempos. Tal vez no lloré de la frustración, porque fue como la crónica de una muerte anunciada o tal vez porque, en el fondo, algo me dice que algún día podremos recuperar lo que hoy perdimos, lo que llevábamos meses perdiendo sin hacer mucho por evitarlo. A veces pienso que tengo el corazón de piedra.


viernes, octubre 28, 2011

54


He encontrado cierto sentido de comunidad en la nota desesperada que algún desconocido dejó en la salita de posgrados. Y ese sillón resulta tentador para una siesta... confieso que un par de veces me dormí ahí, hace unos años.

He encontrado un mayor sentido de comunidad en las ojeras más que evidentes de mis compañeros, en la simpleza hasta el extremo y en el descubrimiento de que el whisky sí funciona... al menos, a Fernando, lo vuelve brillante.

He sido muy feliz en la sesión de alcoholes post-clase densa, aderezada con discusiones triádicas hiperñoñas, evaluaciones cualitativas de mi aspecto de ayer ("te veías completamente ausente, disparada") y chistes dignos de Sheldon Cooper.

Sobre todo, he llegado a una hipótesis importante: es probable que el Whatsapp tenga un mecanismo oculto para evitar que salgan mis mensajes cuando estoy tantito ebria. Debo planear algunos meses de trabajo de campo, para obtener evidencia empírica suficiente para comprobar la hipótesis.

jueves, octubre 27, 2011

55

Viajar de madrugada sin haber dormido no es buena idea. Llegar en vivo a una clase, menos. Confieso que me extravié, que tuve que salir a lavarme la cara, que usé una Coca Cola para despertar y que, de todos modos, seguía extraviada. Todo lo que sé es que, como bien dijo la comadre Kari, "el mundo puede explotar en dos putos segundos"... y uno haciendo tonterías.

miércoles, octubre 26, 2011

56

La cuenta regresiva se ha intensificado con otras cuentas regresivas simultáneas. Temporada de deadlines. Ni hablar.

martes, octubre 25, 2011

57

Encontré unas botas que me fascinaron. La talla más grande es 24. Cenicienta soy. El mundo no ha terminado de reconocer la belleza de los pies grandes. ¿Qué les cuesta mejorar la distribución de zapatos bonitos de todas las tallas?

lunes, octubre 24, 2011

58

En un episodio más de "Doris hace el oso durante una conferencia", olvidé apagar mi celular... y estaba en primera fila... y me importó un soberano cacahuate, porque la conferencia estaba francamente chafita y el tipo me pareció un tecnócrata con piel quesque de periodista, quesque de académico.

domingo, octubre 23, 2011

59

¿Por qué los malditos días sólo tienen 24 horas? ¿Por qué 40 horas repartidas en dos sesiones maratónicas, apenas dan para 14 paginitas del avance requerido? ¿Será que es suficiente? ¿Será que doña Dorix sobrevivirá al látigo? No se pierdan el próximo episodio de esta telenovela de ñoñez... o quizá tanta es la ñoñez, que por eso ya nadie se asoma por aquí.

cosas que pasaron por mi mente mientras veía Tetro



  • Qué belleza de fotografía.
  • Bennie (Alden Ehrenreich) es sospechosamente parecido a Leonardo DiCaprio en los viejos tiempos.
  • Los niveles de amargadez de Tetro son in-su-fri-bles.
  • Qué bonita se ve Maribel Verdú.
  • Pero qué feíto su inglés.
  • Por cierto, otra película donde van brincando del español al inglés y, en algún momento, al francés... sí, sí, sigo hablando de idiomas.
  • "Ése no, porque es un Armani", gritaba... y la esposa, de todos modos, cortaba el saco en pedazos y lo tiraba por la ventana. Si eso no es amor apache, ¿qué es?
  • Parece que la condición de atropellable viene de familia.
  • ¿Así que el hermano en realidad no es el hermano? OMG.
  • Ya vienen los créditos... no, no vienen.
  • Toda película con Maribel Verdú ha de encuerarla. Creo que sólo la he visto vestida en El laberinto del fauno.
  • Creo que la historia pudo contarse en menos tiempo.
  • Mmmm, ¿no se había llevado al perro?, ¿no traía otra camisa?, ¿no estaban en la casa? La continuidad se les descontinuó.
  • Ahora sí ya vienen los créditos... no, aún no.
  • Se cayó el ritmo, la mitad de las razones no son creíbles, hay cosas que aparecen y desaparecen, pero, ¿qué importa?, la foto es rete bonita.
  • Quiero los vestidos de las bailarinas, el rojo y el verde... y los zapatos verdes.
  • Y, de pronto, ¿la tragedia familiar virará a película de horror? Que alguien me explique la presencia del hacha.
  • ¿Le llevó tanto tiempo a Miranda (Maribel Verdú) darse cuenta de lo que todos sabíamos desde media película?
  • ¿Cómo es que la condición de atropellables desaparece cuando era más necesaria?
  • ¿Será que por fin vienen los créditos? Finalmente, llegaron.

sábado, octubre 22, 2011

60

A veces amanezco muy estúpida, hago mil cosas y no logro avanzar. A veces amanezco muy brillante y me sorprendo con mi propia claridad; de estos días los menos, sobra decirlo, hoy es uno. Estado de la cuestión a la vista... previa escala en el cinito para ver la última función de Tetro (que se quedó una semana más en cartelera).

quiero ir a Islandia

viernes, octubre 21, 2011

61

Tres episodios de un día tantito extraño... casi tanto como todos los demás.


Cómo hacer el oso, episodio número 1000
Mi jefa y yo osamos entrar accidentalmente a una conferencia sobre... ¿hidráulica? Tras discutir en secreto si nos habíamos equivocado o si había algún retraso en el programa, me viajé. Recuerdo haber escuchado cuan terrible es que se hagan construcciones una y otra vez sobre cauces de ríos, que una y otra vez arrasan con todo a su paso. Recuerdo que lo siguiente que escuché fue el celular de mi jefa y entonces me desperté y estremecí y mi propio celular, que reposaba entre mis manitas, voló con rumbo desconocido. Segundos después, el conferencista decía que la primera ley de la hidráulica es que el agua es canija y descubre a los pendejos (en realidad dijo "tontejos", ash), mientras yo gateaba entre las butacas en busca de mi pobre cel.


La mejor conversación de la noche
— Lo nuestro es platónico...
— ¿Lo nuestro? Querrás decir lo tuyo...
— Si lo mío contigo es platónico, ¿lo tuyo conmigo qué es?
— No existe...


El fin del mundo nomás no empieza
Tras haberse cebado una noche de chelas y haber comenzado una noche de ñoñez (sí, otra), me he enterado de que alguien había programado el fin del mundo (ése que no llegó el 21 de mayo) para hoy. Que alguien me avise si ocurrirá, para abandonar las lecturas y reportes y los avances de tesis e irme a disfrutar lo que queda.

jueves, octubre 20, 2011

cosas que pasaron por mi mente mientras veía Copia fiel



  • "So sorry, I'm late. I would blame the traffic, but I walk to here", quiero decir eso como lo dice James Miller. Me encanta, es tan british.
  • Entré a la sala sin haber leído la sinopsis, sólo porque la película es de Kiarostami. No me arrepiento.
  • Qué bonita está la Binoche.
  • ¿Y si hubieran metido a Walter Benjamin en la conversación sobre el original y la copia? Woody Allen podría.
  • Cuántos cabos sueltos.
  • Qué bonito es saltar del inglés al francés y al italiano... hablo de idiomas, aunque... ok, ya.
  • Más bodas, qué impresión.
  • James Miller (William Shimell) camina como cierto coordinador de un libro en el que participé.
  • Copia fiel me recuerda a Before sunset.
  • Por momentos, me veo en James... aunque yo esté lejitos de lo british.
  • El bolso de Juliette Binoche es un tocador portátil, se da el lujo de traer varios pares de aretes para ver cuáles combinan, qué impresión.
  • Qué bonitas calles. Quiero ir ahí.
  • Al restaurante del vino con sabor a corcho no quiero ir.
  • Qué bonito hotel. También quiero ir ahí.
  • ¿Por qué son tan lentos a veces los hombres?
  • ¿Por qué carajos no estás aquí?

62

Lo mío, lo mío, lo mío es la imprudencia. Estuve a casi nada de señalar cuan pendejo es un fulanito, frente a su padre... sin saber que era su padre, por cierto. ¡Aplausos!

Lo mío, lo mío, lo mío es la procrastinación. Decidí no ir a ver la última función de Tetro para dedicar el tiempo al estado de la cuestión. Mala catafixia. Al final no vi la película y tampoco hay estado de la cuestión. ¡Más aplausos!

Lo mío, lo mío, lo mío no es la incertidumbre. Puedo lidiar con ella pensando en el gato de Schöedinger o en el principio de incertidumbre de Heisenberg o en Beck o en Bauman, pero me declaro incompetente para sobrevivir a ella cuando es experimentada sobre mi pellejo, ash.

miércoles, octubre 19, 2011

63

Es increíble cuánta felicidad puedo encontrar en limpiar cajones, expulsar cosas que ya no tienen por qué estar ahí y acomodar otras en los huecos. Sería genial que la vida fuera como un escritorio al que se le pueden poner, quitar y reacomodar cosas. Sería genial, pero así no es.

cosas que pasaron por mi mente mientras veía 3 primos y una boda



  • Soy fan del discurso de Diego en el templo, en la boda que no fue boda.
  • Soy fan de la intervención de Julián para salvar al primo.
  • Soy fan de las técnicas alternativas de José Miguel para agarrar valor y acompañar a sus primos.
  • Soy fan del hijo de Martina. Es adorable.
  • Ash, soy fan de la película. Puede que sea boba, pero qué más da.
  • Qué guapo es Diego o, más bien, Quim Gutiérrez.
  • Qué cínico, vulgar, coqueto y, a la vez, adorable, resulta Julián.
  • ¿Bachi es anfibio?
  • ¿Yolanda es idiota?
  • ¿Qué carajos hace José Miguel con Toña?
  • Los pechoboys son la onda.
  • "Es que no tienes que estar a la altura". Cuánta verdad en las palabras de Martina.
  • "Esta canción va dedicada a... a... a... al amor de mi vida". Vaya nivel de precisión, ja ja ja. Sospecho que conozco más de un Diego.
  • "Desayunar no es tan fácil como parece". Ash, yo también quiero desayunar y sé perfecto qué quiero desayunar, no porque sea el primer panecillo que pasó frente a mis ojitos, pero, pero...

martes, octubre 18, 2011

64

Hay semanas que veo la cartelera y nada se me antoja. Hay otras, como ésta, en que quiero ver la mayoría de las películas. Días de mucho y días de nada, diría mi mamá. Como sea, hoy vi 3 primos y una boda y he de decir que me ha fascinado. Por algún extraño motivo, tras ver una película que tiene que ver con el reencuentro con el pasado, me encontré también con parte de mi turbio pasado a la salida del imperio del café.

lunes, octubre 17, 2011

65

Bien dijo Bauman que donde hay dos no hay certezas. Uno nunca sabe cuánto puede cambiar la vida en 11 horas. Chale, ésta no soy yo.

domingo, octubre 16, 2011

66

Suelo hacer planes para romperlos. Planeaba dormir como nunca y descubrí que mi cuerpecillo se niega rotundamente, me acosté a las 2 y a las 6 ya estaba fresca como una lechuga, tomando fotos del amanecer desde el onceavo piso de un hotel. Planeaba dejar Sangüichito a la 1, pero me dejé convencer por el ala potosina de mi familia que lleva la fiesta en la sangre... me quedé a la tornaboda, pospuse la salida unas horas, aunque eso implicara dormir menos, para darle matarile a los pendientes. Y, en un episodio más de sorpresas de la vida, me sacó una sonrisa descubrir una cara conocida en el ciclista que casi me atropella, a unos metros de la puerta del hotel.

sábado, octubre 15, 2011

67

Las bodas no son mi hit, pero confieso que algunas me han fascinado hasta el extremo. La de mi sobrina potosina cabe en esa categoría de bodas extrañamente fascinantes.

Debería darnos pena, la invitación decía bien clarito 3:30 (y yo leí 3:45, no sé por qué). La familia del novio, puros españoles, estaba a tiempo. Mi familia no. ¡Aplausos! Como sea, la juez se puso platicadora y le dejó claro al pobre hombre que había aceptado someterse a las leyes mexicanas, qué fuerte. Gracias al cielo que no leyó la epístola de Melchor Ocampo, eso sí que me habría causado el patatús. Al final, un compañero del equipo de investigación de mi sobrina (sí, es bien ñoña, mucho más que yo) improvisó su más sentido mensaje y se vio muy académico. Mr. Sabe a pollo, muy atinadamente, me expresó su preocupación en torno a la revisión por pares.

Tras la ceremonia civil, vino la religiosa en versión resumen ejecutivo, es decir, hubo rito sin misa, con un sacerdote de una comunidad. He de decir que lo que hizo fue muy emotivo y hubo algunos destellos dignos de comedia romántica, como cuando ventaneó a mi ilustre sobrina, que alguna vez le dijo, acerca del que ahora es su esposo: "vino a verme desde España, yo creo que sí me quiere". En algún momento, nos dimos cuenta de que la novia mexicana se ha españolizado: "pues nada, que la ceremonia nos ha fascinado", dijo bien clarito.

La hora del mariachi fue otro episodio cómico-mágico-musical, entre las caras que uno de ellos hacía cuando cantaba y el pantalón de otro que, sospecho, muy incómodo era. A los europeos creo que les gustó. Yo reiteré que me encantan ciertas canciones y no consigo recordar las letras, así que canto de modo intermitente.

La comida fue casi tan excelsa como el nombre del negocio de banquetes de donde salió, Don Banquette se llama, así, con doble T. Por cierto, a quien se le ocurrió poner una mesa con dulces y panecillos para niños, no se le ocurrió que los primeros en asaltarla serían mis sobrinos que rondan los 20 años.

Quizás el baile fue lo mejor. Luego del vals con Under my skin, de la muy vil víbora de la mar y del lanzamiento de ramo del cual me pude escapar otra vez, vinieron las clásicas canciones de todas las bodas. Qué importa que uno aún no sepa si el cuello se ha recuperado de un esguince y que el otro no sepa si eso que siente es una costilla fisurada, si bailar como si nadie viera es tan divertido... casi tanto como descubrir, con los posteriores comentarios, que el pinche mundo sí estaba viendo. Qué importa haber conocido a la plana mayor de cierto equipo de investigación de la universidad del Gooooooooooya muy seriecitos en congresos, si resulta francamente divertido verlos bailando "de reversa, mami". Qué importa haber llegado a pensar que uno es bien alternativo gooooooooei, si termina bailando Rabiosa. Qué importa no saber bailar salsa y merengue, si es tan fácil dejarse llevar por el otro que sí baila. Qué importa... bueno, ya.

Lo más emotivo fue la sorpresa del novio a la novia: un espectáculo de pirotecnia, con los nombres de los novios y un corazoncito, al ritmo de Por ti me casaré. Creo que todos estábamos tan sorprendidos como la novia. Mi sorpresa fue mayor cuando me acerqué demasiado a la pólvora y sentí que me dio el golpe eso que respiré, fiu. En la categoría de lo emotivo caben también los recuerditos (almendras y tarros de miel) y los más sentidos mensajes de despedida.

He de decir que el ala potosina de mi familia lleva la fiesta por dentro... y por fuera. Desde el miércoles llevaban una por día y, habiendo terminado la boda, fuimos muchos (quesque los más jóvenes) a seguirla en el café de uno de ellos, con trova y así.

Gran noche. Amé los pequeños detalles, amé la calidez y la multiculturalidad, amé la compañía, muy feliz fui.

Notas pa mí: Aprender a bailar salsa y merengue. No acercarse tanto a la pólvora, aun cuando las fotos lo ameriten.

viernes, octubre 14, 2011

68

En un episodio más de "cosas que hacen que la vida valga la pena", esta mañana reí como loca al ver cómo intentaban las multitudes caben en sendos vagoncitos del tren ligero de tapatilandia. Hubo aventones, arrimones  e intentos desesperados por romper el récord Guiness de la mayor cantidad de personas coexistiendo en un espacio tan pequeño... lástima que nadie estaba ahí para registrarlo. Me aparté, preferí observar cómo se aplastaban entre ellos que ser víctima de los golpecillos. Al final, las puertas de los vagones no cerraban y, raudos y veloces, entraron agentes de la Policía Federal a cerrarlas a presión. Lo malo es que en su presencia no pude tomar fotos. Lo bueno es que la escenita me hizo el día y anduve contenta hora tras hora... lástima que se me olvidó la torta ahogada que alguien con tanta emoción me encargó.

jueves, octubre 13, 2011

69

Guadalajara no es Guadalajara sin lluvia y esta mañana me recibió con cielo gris y agua por doquier (aunque Agüitas se quedó también con agua por doquier, he de decirlo, vaya huracán). Ya lo he dicho miles de veces, pero algo tiene esta ciudad que me resucita cotidianamente. Qué importa haber tenido que cambiar las chanclas por botas de peluche, para resistir el combo de lluvias huracanadas y vientos de inicio de frentes fríos. Qué importa haber pagado el taxi más caro de la historia ($190 por ir de la central nueva tapatía hasta el sur, con la tarifa oficial autorizada por Tránsito... wtf?) si a cambio encontré al taxista más cuidadoso del mundo, que se encargó de que mi cuello llegara sano y salvo al otro lado de la ciudad. Qué importa descubrir por qué no fui ni seré economista, si entre todo creo que aprendí algo... y que sobreviví. Qué importa esperar eternidades para comer, si el chisme se pone tan divertido y uno llega a conclusiones como que la única certeza es que no hay certezas. Quizá lo que importa son esas incertidumbres (no las del saber, sorry, Wallerstein), ¿será que en verdad soy tan fría como mi temperatura corporal?, ¿será que ahí donde yo no veo posibilidades y otros sí, realmente las hay?, ¿será que me estoy acobardando antes de tiempo?, ¿será que soy tan boba como para no saberlo?, ¿será que me dejé llevar y empecé a construir telarañas mentales gracias a las elucubraciones de una amiga? No se pierdan los próximos capítulos.

miércoles, octubre 12, 2011

70

Hacer en unas horas el trabajo de días no es divertido, ni recomendable, ash. Odio que la desorganización se haya apoderado de mí, en medio de la montaña rusa emocional que parece continuar. Menos divertido es dormir tres horas y emprender la graciosa huída a la ciudad que ha sido invadida por los Panamericanos. He aquí una queja más en este blog que ahora es un perchero para colgar las frustraciones... bueno, eso había sido desde el principio, al menos dejaré de sentirme culpable por atrofiarlo.

martes, octubre 11, 2011

71

¿Quién iba a pensar que, de la nada, iba a salir uno de mis amigos a resolver las dudas que no dije sobre economía, sobre Stiglitz y Krugman? Todo parece tan claro ahora. Gracias, Jaime.

lunes, octubre 10, 2011

72

Los muebles llegaron ya y no precisamente bailando ricachá (ya sé, mal chiste). El punto es que estoy muy feliz porque por fin hay muebles nuevos en la oficina. No importa que la mañana se haya vuelto un caos en el intento de sacar todos los triques en tiempo récord para que pudieran dejar los chunches nuevos.

domingo, octubre 09, 2011

73

Este blog alguna vez fue lindo, alguna vez tuvo la intención de registrar lo significativo. Hoy es un cúmulo de quejas sobre el tiempo, los días desgraciadamente sólo tienen 24 horas, que nunca serán suficientes... menos en domingo.

sábado, octubre 08, 2011

74

Siete días más de Nefertiti región 4.
Sobredosis de Castells, Ortega y Gasset y Stiglitz.
Éxtasis con la descarga de artículos de Sage, en el periodo gratuito.
La continuación de la montaña rusa emocional, descubrimientos, presencias y ausencias.

viernes, octubre 07, 2011

75

Ésta deberá pasar a la historia como la noche del firinfunfli, el iceberg, las mil y un revelaciones, el inicio del frío otoñal, la declaración del odio al jazz, las evidencias, el descubrimiento del sector juvenil de la tercera edad, las llamadas desesperadas y la pose de Nefertiti para asumir los accidentes con glamour. Qué divertido fue.

jueves, octubre 06, 2011

76

¿Quién iba a pensar que uno de mis grandes amigos tapatíos estaba a unos metros de mí, en la universidad? Gracias, Tony, por la sorpresa.

miércoles, octubre 05, 2011

77

Una nota en la agenda me ha sacado una sonrisa. Chale, o me estoy volviendo cursi o la montaña rusa de mi vida en estos días me está volviendo hipersensible. Sí, murió Steve Jobs; sí, siguen los indignados; sí, México es un caos... y yo sólo puedo pensar en una nota en la agenda. ¡Aplausos!

martes, octubre 04, 2011

78

El tiempo alcanza para todo cuando la vida se ve de otro color.

lunes, octubre 03, 2011

79

Uno nunca sabe con quién cuenta hasta que se da cuenta. Sigo sin poder creer cómo da vueltas la vida y cómo ahora aparecen los que estaban lejos y desaparecen los que estaban cerca. Qué impresión.



♫ Ya sé que te traté bastante mal, no sé si eras un ángel o un rubí o simplemente te vi...

domingo, octubre 02, 2011

80

Una fiesta más. Otro día de aparecer con el collarín oculto (hay que asumir los accidentes con glamour) y de contar una y mil veces la misma historia ante la pregunta "¿qué te pasó en el cuello?" Quizá lo que me pasó no sólo estuvo en el cuello y en la cabeza y en el pecho y en la rodilla, quizás algo de mí se extravió con ese golpe.

sábado, octubre 01, 2011

81

Bien decía la publicidad de El Palacio de Hierro que ningún psicoanalista entendería jamás el poder curativo de un vestido nuevo. Fui a curarme la depresión, comprando un regalo de bodas y uno de cumpleaños. Salí con más regalos y con chunches nuevos para mí. Aparecí en la boda del siglo, con el collarín ortopédico oculto tras el glamour de una mascada de bolitas y trepada en altos tacones. Fui feliz. Fui triste. Me sacó una sonrisa saber a alguien presente, aunque fuera tras una pantalla. Derramé un par de lágrimas cuando vi quién más se preocupó por mí. Quizá, como la canción de Ketzal, "tengo mucho que llorar".