martes, agosto 23, 2005

entre el ciclista griego y el zancudo latoso

No, no, amiguito, mi entusiasmo por Grecia es anterior al ciclista guapetón y buenón, a él me queda claro que ni lo volveré a ver (y si lo veo, tal vez ni me acuerdo).
Por cierto, ya encontré una distracción en la bonita clase de griego: los zancudos que me dejaron llena de ronchitas, hoy me perdí más de una vez por tratar de atrapar a un zancudillo latoso.
Saludos a todos, de parte de esta avecilla nocturna.

3 comentarios:

Justes dijo...

Cambiate de lugar, el griego feo y calvo que odia a los turcos no muerde. Un lugar ideal para sentarse en clase es entre los dos melenudos (Ricardo esquer y Gil). Los zancudos no se acercan a ellos. Feliz estudio. Yo ya estoy practicando todos los días con mis compañeros de chamba. Mañana empiezo con los números que parecen fáciles. Bonito viaje y bonito regreso.

Unknown dijo...

¬¬ Sigo esperando mi mensaje...

Dorix dijo...

Justecillos:
Gracias por la sugerencia, sé que no muerde, y desconozco si los zancudos se acercan a tus cuates, pero sentarme de aquel lado traería altísimas posibilidades de que me tuerza el cuello y no quiero eso, no después de dos esguinces y tres contracturas y un montón de pastillas (ya sabes, relajante muscular, anti-inflamatorio) y muchos días de ejercicios y visitas al traumatólogo. El viaje fue bonito y el regreso más. Nos vemos pronto.

Adso:
Acúsome, he enviado mensajes a un número incompleto :S