sábado, enero 05, 2008

dosmilsiete

Aunque creo que la vida no se mide en años, me encanta hacer recuento por años y he aquí el de dosmilsiete.

No necesitaba otro año para comprobar que mi mamá es la onda, pero lo sigo comprobando cada día. Tampoco necesitaba otro año para saber cuánto extraño a mi papá, y lo sigo extrañando cada día.

El equipo animal de casa se hizo más pequeño; dos de mis perros murieron, rucos, muy rucos; así que en el equipo quedan un perro, Gupy, y una gata, Justina.

Se registraron movimientos en el plano de la amistad, si ya en 2006 habían desaparecido muchos falsos amigos, en 2007 hubo grandes amigos que se difuminaron hasta quedar en casi nada, pero también grandes amigos que se hicieron más grandes. No sé, soy de la idea de que los amigos no siempre son para siempre, todos cambiamos, unos más que otros, y a veces, como todo, es mejor que quede en buen recuerdo que en mala costumbre. Eso me ha dado vueltas últimamente en esta mentecilla retorcida, la costumbre no es suficiente, ni siquiera la historia común es suficiente y me quedo en el pasme cuando no reconozco las otras caras o cuando no me reconozco en las otras caras. Y me pregunto si seré mala amiga o una muy boba que nunca vio las transformaciones. En fin, eso da para otro post.

Hubo más galanes que de costumbre, yo que me he dedicado a engordar y que presento unas ojeras más grandes que mi cara y que además conservo mis usos y costumbres de, en palabras de la Blue, tratar a los hombres con la punta del pie... y algunos de ellos que se empeñan en apuntarse, ¿masoquistas serán? Y de mi lado, sigo siendo una cosa muy rara, incapaz de asumir un compromiso, aunque sea ligero; por más que cierto incidente me movió el piso y muchos cuestionamientos hechos de mí para mí revolotearon, no he cambiado. Los cuestionamientos siguen y seguirán, seguro, pero prisa no hay por hacer grandes transformaciones.

Leí más, mucho más, he perdido la cuenta de cuánto he leído, casi puros rollos académicos que me hacen feliz, pero que me harían más feliz si hubiera más tiempo para apropiar cada texto. Y la lista de otros libros por leer sigue creciendo. Y el tiempo no da. Bua.

Fui poco al cine, pero vi más películas (cortesía de ETN, Primera Plus y Ómnibus de México), muchas, de hecho, que ni esperaba ver, que evité en el cine, onda El diablo viste a la moda (que me agradó) y Bandidas (que es malita, malita, pero me arrancó dos que tres carcajadas).

Me hicieron falta vacaciones, fui con mi mamá a pueblear por Michoacán al principio de 2007, pero después de eso, nada de vacaciones, sólo unos cuantos viajecillos de pisa y corre a varias ciudades.

No me enfermé, pero no salí ilesa, me lastimé un tendón de la mano jugando fut con la Justi y por ahí de octubre llegué a niveles extremos de cansancio.

No tengo canas nuevas y qué bueno, porque tampoco tengo mucho tiempo para retocarme la raíz del tinte.

Cocino mejor, ya hasta me atrevo a hacer dos que tres experimentos, parece que voy superando la etapa cocinar pegada a las recetas.

Ha sido un año no de carga completa de materias, sino de carga repleta, en la maestría; y ha sido también un año loco, de vivir en dos ciudades. Presenté por primera vez una ponencia en un congreso internacional. Y otra en un encuentro de cine.

Al principio del año reservé en mi agenda cuatro días de octubre, con lágrimas y todo tuve que tacharlos, snif snif.

El Cafecito se volvió, bueno, lo volví impuntual.

Y en el Dorixblog, cada vez menos posts: 238 en 2005, 219 en 2006 y apenas 202 en 2007, snif snif.

Algo más, el Facebook me ha resultado adictivo.

Y Dios (sí, Dios) se asoma cada instante.

En suma, pese a todo, he sido feliz feliz feliz. Amo mi vida.

La canción del año, por supuesto, Bonito de Jarabe de Palo.

4 comentarios:

  1. Me gusta tu recuento... me encanta de hecho, saberte feliz.

    Besos nena :D

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  2. Al leer sobre esos movimientos de amistad y los cambios, me recordaste el libro de Marias de Tu rostro mañana, en especial esta parte "¿Cómo puedo no conocer hoy tu rostro mañana, el que ya está o se fragua bajo la cara que enseñas o bajo la careta que llevas, y que me mostrarás tan sólo cuando no lo espere?"

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  3. Gracias, Pau, besos de regreso. Ya nos veremos las caras cuando regrese a tierras tapatías.

    Sil, me dejaste fría, es justamente esa sensación la que tengo. En fin, que mientras todos esos movimientos ocurren, hay gente como tú, de la que conozco casi nada y siento como si conociera todo. Muchas gracias, amiga.

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  4. excelente recuento, saludos desde zacatecas :)

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