lunes, noviembre 19, 2007

de-li-cio-so

Una cena en Casa Corazón y Dorix, la puntual, llega tarde, corriendo, de otro compromiso.
En fin, todo delicioso, la cena y el chal, concretamente el chal de tres desconocidas (yo fui una de las tres, ja ja).
Oh, sí, la sopa se veía apetitosa y era de... cebolla. ¡Sopa de cebolla! Deliciosa. Y la preocupación de hablar de perfil se disipó, todos olíamos a lo mismo.
El plato fuerte delicioso también, pero el fuego en el postre hizo que me sudara la nariz y la luz apagada me hizo comer a ciegas una fresa (odio las fresas) que venía oculta en crema chantilly; pero ese vino tinto taaaaaaaaaan rico hizo que todo valiera la pena.

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