Ayer me escuché decirle a mi estilista que tal vez me iba a arrepentir de convertir mi ya casi larga cabellera de tinte castaño rojizo y raíces negras en una melenilla casi de príncipe valiente, pero que no había otro modo de sacar toda la orzuela que se instaló en estas vacaciones. Me escuché y me puse a divagar. Tal vez no haya otro modo de sacar todas las cosas que me están haciendo ruido que hacerles frente y decirles "sale, bye".
5 comentarios:
Hola, gracias por la invitación a la presentación del libro, solo que no puedo ir, pero a ver si logro adquirir la publicación se ve muy interesante. Saludos!
in fact
Ojalá fuera tan sencillo como cortar el pelo.
Ojalá.
ay amiga :*
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