martes, mayo 20, 2008
todo se ve tan distinto después de dormir
Regresado he, después de semanas, de intensas jornadas frente a la lap y días de llegar al trabajo con cara de "me dormí hace un ratito", de agenda llena y miles de post it con pendientes, de carreteras y encuentros (y reencuentros), de Aguascalientes y escalas mínimas en la Feria, de Guadalajara y fin de semestre y coloquio, de Monterrey y el tejido de redes, de San Luis y una ceremonia emotiva, de sentir que regreso al origen y a la vez que el futuro se asoma, de recordar que no todo México es territorio Telcel y empezar a tararear esa canción de Chente que no me gusta y que he escuchado enemil veces en todos lados, porque hasta a un par de cantantes de restaurante les ha dado por plantarse frente a mí a cantar: "te miré, con tu melena al viento y tu mirar... estos celos me hacen daño, me enloquecen, jamás aprenderé a vivir sin ti, lo peor es que muy tarde comprendí, sí, sí, contigo tenía todo y lo perdí". Shalalá. Como sea, todo es distinto cuando se ha dormido entre seis y diez horas diarias... eso no ocurre siempre.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
6 comentarios:
Sin duda todo se ve distinto!
Que bueno que regresaste tenías este muy abandonado.
Heme aquí de regreso. Tengo mucho que postear que se había quedado en el cajón de los pendientes, como las fotos que te prometí, de las corundas en mi viaje por pueblitos de Michoacán (hace meses, ja); y otras fotos que prometí a Giovanni y a Carlosasecas, de mi viaje a Monterrey (hace menos, je je).
Hola, que bueno que regresaste, gracias por preguntar como estoy. Ando viviendo mi duelo como dicen los gestalticos, y ya de salida. Saludos!
Sí, ya me hacía falta circular por acá. Qué bueno que estés mejor, me espanté un poco cuando al leer ese post. Un abrazo.
me gustan sus Shalalás.
Ja ja ja, shalalá pues.
Publicar un comentario