El caso es que la ciudad se medio paralizó y en los trabajos y en las calles se veía gente con cubrebocas. En uno de esos días, creo que el martes, salí al súper con un feo cubrebocas, se me empañaron los lentes con mi propia respiración, me los quité para limpiarlos y el aire acondicionado hizo estragos en mis ojitos, que se pusieron llorosos en microsegundos, instintivamente me llevé una mano a los ojos, todos a mi alrededor me vieron feo, no iban a tomar zanahorias de donde yo estaba porque ya me había limpiado los ojos, me volví sospechosa por portación de lagrimitas... en fin, me limpié las manos con una toallita antibacterial y todo volvió a la normalidad; de cualquier modo, la desconfianza era grande, aun entre conocidos, snif.
Pero los días pasaron y la versión de la farsa logró ser más creíble para muchos que la versión oficial (a estas alturas, hasta una vaca voladora tiene más credibilidad que nuestras ilustres instituciones gubernamentales), este lunes me sorprendí cuando, al ir al banco, me topé con un escenario completamente distinto al de la semana anterior: la mayoría de la gente no traía cubrebocas, por el contrario, se reían de los que lo traíamos, sobre todo de quienes osamos decorarlos con bocotas sonrientes; casi toda esa gente hablaba del calor y del trabajo, nadie hablaba del cuarto muerto por influenza que confirmaron las autoridades el sábado, nadie (y esto me parece más preocupante) habló de los cinco cadáveres que encontraron el mismo sábado en una casa de seguridad al norte de la ciudad; las noticias destinaron casi todo el tiempo al inicio de las campañas electorales. Fue extraño.
Pero la sorpresa fue mayor esta mañana, estuve en una sesión de capacitación con alrededor de 12 personas; ellos no traían cubrebocas, yo sí (ya más por payasa que por creer en la efectividad), algunos se regodeaban en la versión de la farsa, pero cuando fingí un estornudo todos temblaron y guardaron silencio, nadie me dijo "salud".
Parafraseando a García Márquez, algo muy grave ha pasado en este pueblo, algo se fue, ya no somos los mismos aunque finjamos que sí.
Aquí una versión de mis cubrebocas decorados, Ricardo la bautizó como "vende caro tu amor, aventurera". ¿Ya vieron mi naricita de Magitel?
8 comentarios:
Hola Dorix.
Desde tan lejos no lo puedo apreciar muy bien, pero creo que más que el propio virus lo que está haciendo estragos sociales es la desconfianza y el miedo. Sabes, siento pesar de estar lejos, ahora me duele la lejanía.
¡Que padre cubrebocas! Muy original. Yo andaba con uno "rosita", cortesía de las compras debida a la otra influenza que les adaba pegando a mis niñas en diciembre/enero.
Y sí, es mucho más preocupante los estragos sociales que se están viviendo. Ayer nos convocaron a una junta para indicar medidas de seguridad para reiniciar clases. Para muchos reina una paranoia terrible (como una maestra que le daba "asquito" usar el reloj checador que te lee la huella digital por ser antihigiénico) hasta los que se rien del asunto (como el rector quien hizo alusiones "graciosas" a los que traíamos cubrebocas por instrucciones del doc de la escuela) hasta mis pobres adolescentes preparatorianos que creen (algunos) que la influenza ha sido el compló para legalizar las drogas.
En fin, ojalá lo superemos pronto.
Un abrazo...
JE JE JE QUE LINDO CUBREBOCAS... ES CIERTO SOBRA DECIR QUE O EL GOBIERNO ES MUY INTELIGENTE EN CREAR ESE PANICO EN EL PUEBLO POR QUE SOLO DE ESA MANERA LAS PERSONAS SE CUIDAN... O SOLO REALMENTE LO HICIERON PARA PODER REALIZAR ACTIVIDADES TANTO SOSPECHOSAS.... POR QUE DESPUES DE UNA SEMANA DE INFLUENZA NADIE DIJO NADA DE LA LEGALIZACION DE LAS DROGAS, DE LA 5 MUERTOS EN AGUASCALIENTES NI DE OTRAS TANTAS COSAS... EN FIN BUEN INICIO DE FIN DE SEMANA... SIN NADA QUE HACER POR QUE LOS CINES AUN SIGUEN CERRADOS :(
Saveteur: Sí, hay daños colaterales mucho más allá de la salud y de la política, se sienten en el día a día.
Tony: Yo quería cubrebocas rosita, de ser posible fucsia y no encontré. Por lo demás, en superarlo creo que se van a seguir moviendo cosas, creamos lo que creamos respecto a la influenza, ya no somos los mismos.
Garrick: Creo que los cines abrieron desde ayer, ¿no? Supe de dos tres que estuvieron ahí desde la primera función.
Anda, pues yo escuché cosas desde el viernes 24 aquí, de hecho, yo no fui a la feria por la "alerta", y me acuerdo que hubo muchas especulaciones.
Te ves nice con ese cubrebocas ;) opino lo mismo que Ricardo, eh? véndelo caro, nena!
;)
Lo de la legalización de las drogas esta buenísimo, a ver si hay influenza mas seguido luego legalizan el aborto, o los viajes a marte.
Flor de Loto: Yo también escuché dos tres cosas desde el 24, pero sobre todo el sábado 25; había versiones en todas direcciones, yo acabé hiperconfundida.
Y el amortz, cual spot de tarjetas MasterCard, no tiene precio, ja ja ja.
Mauricio Benjamín: Pero nada como el extraño caso de los coloquios móviles, qué influenza tan (in)oportuna.
Increible lo del estornudo. Y definitivo esa frase de García Márquez, así siento yo, que nada es como antes.
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