No necesariamente en este orden, pero me hace feliz despertar (abrir los ojos y ver que el día se despliega ante mí, para hacer-transformar-crear algo es una sensación casi olvidada por cotidiana, pero francamente genial), hablar con mi mamá y quedarme pasmada con su claridad mental, ir al cine sola, ir al cine acompañada (muy bien acompañada, sobra decir), viajar (sobre todo cuando se trata de viajes sacados de la manga), comer algo delicioso (da lo mismo si es en casa o en algún restaurante), caminar por la ciudad, escribir, intercambiar mails-tuits-mensajitos-o-equivalente con amigos que están lejos (y también con los que están cerca), leer, vagar con amigos, divagar (si es diario, mejor), mi gata y el perro de mi mamá, el verde de mi casa y más.
Hoy me hizo feliz comer con unos amigos (Ricardo y Caro) y olvidar por un ratito el normal caos de los pendientes... ¿quién no lo olvida frente a una deliciosa lasagna y una buena sesión de chisme? También me hizo feliz lograr dar ocho vueltas a Canal Interceptor, lavar casi todos mis tenis (dos pares verdes, dos negros, uno fucsia, uno gris, uno a cuadros), retomar un proyecto y tomar leche con chocolate, ja, pura información de gran importancia para el desarrollo de la humanidad, fiu.
En fin, lo mejor de mi vida, lo que me hace feliz, son justamente esos pequeños momentos que parecieran no importantes.
4 comentarios:
doris:
que gusto encontrarte por aca
o bueno más bien que gusto q me ayas encontrado por aca
te sigo
besos
Son una maravilla esos pequeños momentos, que a la larga (casi siempre) le dan sentido a los "grandes eventos".
A mi me gusta cuando Luis Emilio acaricia mi cabello con sus pies y se va quedando dormido poco a poco a lado de mí.
Me gustó mucho este post, bueno... en general todos estos posts numerados.
Ojalá pronto nos encontremos para reirnos un rato.
Aki, muy pequeño el mundo es.
Blu, sí, sí, encontrémonos.
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