jueves, julio 14, 2005

crash

Gracias a un chismógrafo que me envió Misael, recordé un momento memorable de mi vida, cuando choqué ni más ni menos que contra una patrulla de tránsito.

Todo fue muy rápido, me patiné y le pegué a la patrulla, quién le manda atravesarse en mi camino, caray; lo curioso es que no me asusté en ese momento, todavía me bajé muy digna a asumir mi responsabilidad (como la señora Mónica) y pagar el daño; es más, hasta me quedó la cabeza fría para no aceptar el cobro de seis mil pesitos que pretendía hacerme el tipo del seguro de tránsifo, preferí que fuéramos todos a un taller a ver en cuánto salía el chistesito, que fue en mil quinientos pesos (lo que se ahorra una por desconfiar) + otro poco por arreglar mi bonito golfito.

La angustia vino después, cuando me puse a pensar en lo que pudo ser y sentí que le había fallado a mis papás; aunque ellos me dejaron clarísimo que el coche no importaba tanto, mi vida sí :D.

Como mi cuerpecillo sufrió un esguince cervical, anduve un mes con collarín y con los ojos ligeramente extraviados, gracias al relajante muscular, el anti-inflamatorio y demás maravillas que me recetaron; y me tocó en temporada de exámenes y trabajos y en la fase más fuerte de mi labor como productora del bonito cortometraje Sueños de Agonía.

En fin, así es la vida... éste fue un episodio más de las aventuras de la pequeña Dorix.

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