Ayer vino María Ynés (una Dorix chiquita, que apenas tiene 2 años y es mi sobrina-ahijada), con todo y sus papás y un primito (sobrino mío también). La niña es un encanto y la quiero muchísimo, mi primo es uno de mis grandes amigos y me llevo muy bien con su esposa; el otro sobrinito francamente me causa sentimientos encontrados, digamos que es un niño que necesita cariño y atenciones que no le han dado en su casa y hay que comprender que a veces se comporte un poquito extraño, pero a la vez me altera bastante.
En fin, con chiquillos y todo, nos fuimos el ayer viernes en la noche a La Querencia, a escuchar a Son 4, y fuimos muy felices; eso sí, nos tuvimos que retirar temprano porque la pequeña María Ynés se durmió y el otro infante en eso estaba.
Hoy los acompañé a Villa Hidalgo a comprar garritas para que vendan en su pueblo y realmente me sorprendí, nunca había visto tantas faltas de ortografía juntas y nunca había perdido el tiempo de una manera taaaaaaaaaan aburrida.
Los planes para la tarde se cebaron gracias al sobrinito en cuestión, así que heme aquí, actualizando este bonito blog y trabaje que trabaje para El Cafecito, que ya merito está de regreso.
Saludos a los 21 millones de lectores de este blog... bueno, a las 3 personas que valen por 21 millones, je je.
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