Vivo en un tsunami de emociones, sorpresitas, confusiones, momentos muuuuuuuuy felices, más trabajo que nunca y aventuras sin fin... y no acaban... y espero que no acaben.
Ha pasado tanto en mi vida y hago tanto, que lo único que me falta es bailar tap los jueves y vender mole los domingos. Y aunque estoy contenta, necesito que alguien camine sobre mi espalda.
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