¿A quién se le ocurre decidir que la salida se posponga para la 1? A Dorix, claro.
¿A quién carambas se le ocurre llegar a la central de autobuses y descubrir que ha olvidado la tarjeta de crédito en la otra bolsa? Sí, sí, a Dorix.
¿A quién se le ocurre conservar la calma, ir a casa en friega a rescatar la tarjeta y regresar a la central para tomar el camión de la 1:40? A Dorix... y esto sí es muy raro, porque, ¿cuándo se ha visto que Dorix conserve la calma?
Finalmente, ¿a quién se le ocurre decidir que no hay motivo para el berrinche, porque el chofer de la 1:40 es guapo guapo guapo y la película del viaje es de Woody Allen? Simón, a Dorix.
Por cierto, el viaje que el fin de semana se tornó tan confuso, ahora se ve francamente claro; diría Aute, "es suave el día, es suave el viento". Gracias por el apoyo moral.
6 comentarios:
A mi se me ocurrió cancelar todo y no ir.
Bienaventurada.
Bueno... a mí últimamente también se me ocurren cosas como llegar tarde!
:) me gusta que Doris sea tan espontánea y que a todos nos siga sorprendiendo con sus arrebatos.
Impredecible comadre, impredecible.
Ricardo: Yo no podía cancelar mi última clase de maestría, ji ji. Gracias por venir.
Tramontana: Lo dicho, hemos de formar una AC, ji ji.
Lábani: ¿Así que soy una nena de arrebatos, comadre? Ji ji ji.
A Tramontana no "se le ocurre" que no sea chismosa... Aute sabio, sin duda.
Mond: ¿Cómo debo interpretarlo?, ji ji ji.
Publicar un comentario