miércoles, julio 13, 2011

161

Amo los días en que me olvido de todo y me tiro a leer. Estos días, que deberían ser de vacaciones, la avalancha de pendientes no me ha dejado dedicarme por completo a la montaña de libros que tengo en el escritorio. Como sea, me entretengo con La elegancia del erizo de Muriel Barbery y con una tesis doctoral sobre la violencia en el noviazgo. Muy feliz soy.

Más feliz soy cuando cierro el día con medio concierto de un quinteto de metales y una entrevista que termina en divagación.

No hay comentarios.: