Te dije tantas veces que no, que cuando te busqué no apareciste.
Quizá fue suficiente con que irrumpieras en estos días tan raros y me recordaras que existe la eternidad y que ésta cabe en un instante.
Quizá fue suficiente con que pensaras en mí cuando no pensaba en ti y con verte cuando no me viste. Quizá.
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