domingo, marzo 14, 2010

ficción

Siempre me he quejado de mi incapacidad para escribir ficción. Si seré bruta, apenas caigo en la cuenta de que escribo ficción a destajo. Día tras día hago anotaciones en mi agenda, como si realmente el tiempo fuera suficiente para hacerlo todo. Día tras día los pendientes se deslizan a la fecha siguiente y a la siguiente y a la siguiente. A veces pienso que tienen vida propia y se aferran a permanecer escritos. Las más de las veces pienso que estoy loca y que sólo cumplo el sueño de una niña de cuatro años, que vio una agenda repleta y quiso una.

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