martes, julio 31, 2007

Güerito también se fue

Se ha ido. Era un gran perro. Y me duele muchísimo. La casa se ve vacía, dos perros han muerto en menos de dos meses. Dos perros longevos, debo decir, Rubí de casi 15 años, Güerito de 14 y meses. Eran como el dúo dinámico y acabaron siendo el dúo ruquísimo. Y se han ido. Y la casa se ha desconfigurado. El sábado en la mañana, cuando murió Güerito, encontré a Gupy (el perro que queda) llore y llore, después lo buscó por toda la casa, aulló de noche, hasta que se cansó; Justina, la gata, buscó también a Güerito y se sentó a reposar. Los animales también guardan luto, de cierto modo.

jueves, julio 26, 2007

rompiendo mi propio récord

Últimamente, las bodas me han dejado poco tiempo para arreglarme. En mayo, en la boda de Lula y Abraham, las ocupaciones previas me dejaron sólo 30 minutos para arreglarme. En junio, en la boda de Carmen y Alex, mi condición de fotógrafa y dama de compañía me dejó 20 minutos para hacer milagros conmigo. Y ahora, en julio, en la boda de Sandra y Chuy, mi extraña propensión a la metichez derivó en ocupar la mañana en prepararles las ofrendas y las lecturas que ellos olvidaron preparar, así que tuve ahora 15 miserables minutos para hacer verdaderos milagros con el aspecto físico de mi persona. ¿Qué sigue?, ¿un arreglo formal en 10 minutos?, ¿o en 5?, ¿o llegar a una boda en mezclilla y tenis y con cara pálida? Yo que acostumbrada dejar mi arreglo en manos de profesionales cuando de fiestas nice se trataba, bubu.

miércoles, julio 25, 2007

¡arriba la generación Timbiriche!


Cuando pienso en mi niñez, la banda sonora es de Timbiriche. Creo que todavía ni podía hablar bien cuando ya intentaba cantar “él me plantó-ó-ó, de mí se burló, yo no se lo perdonaré”.
Y me acuerdo del kinder con “tú y yo somos uno mismo”, “con todos menos conmigo” y, por supuesto, con “besos de ceniza” — veía el video en TNT y, literalmente, me tiraba al sofá —.
Me acuerdo que varias amigas cantábamos “corro, vuelo, me acelero” en el coche de Paty — era una de mis amigas grandes, la mayoría de los hijos de amigos de mis papás tenían mínimo seis años más que yo —.
Después, “si no es ahora”, “no sé si es amor” y mi amorcito de primaria, que un día me regaló una vil naranja y otro día un poema, y que era francamente nerd… cof cof, creo que yo también.
Y en la transición primaria-secundaria, “muriendo lento”.
En prepa, me tocó el primer reencuentro — en 1998 — y fui a gritar “¡arriba la generación Timbiriche!” cuando se presentaron en Aguascalientes; esa vez, prácticamente a la salida del concierto, fui enviada por mi papá a acompañar a mis medias hermanas al DF, hasta me hice ilusiones de ver a los timbirichos en el Auditorio Nacional — se presentaban al día siguiente que en Aguas — y acabé frustrada ante el intempestivo viaje de regreso que se les ocurrió a mis consanguíneas.
Sonará bobísimo, pero todavía en 2001, en una serenata para las mamás, me instalé afuera de mi balcón cantando “mamá”. Y en 2003, en el último día del padre que pasé con mi papá — remember, murió en diciembre de ese año —, le canté “hoy tengo que decirte, papá”.
Pero este año, grrrr, Timbiriche estuvo en Guadalajara en días que yo estaba en Aguascalientes y esta noche estarán en Aguascalientes, justo cuando yo estoy en Guadalajara. Vivir en dos ciudades a la vez no sólo tiene ventajas, grrrrrr.
En fin, ya iré a verlos cuando se reencuentren otra vez, no sé, cuando celebren los 30 o los 50 años de Timbiriche — y de paso, mis 30 y mis 50, que somos de la misma edad —, porque según parece, los reencuentros seguirán y seguirán y seguirán.

lunes, julio 23, 2007

la vida en tierras tapatías, parte III

Acá, hay quienes llaman "velas" a los semáforos... con poquita agua se apagan.

Ayer vi que las avenidas se tornaron en ríos y había coches atrofiados reposando sobre los camellones. Hoy me encontré con la novedad de que en el lugar donde trabajo temporalmente la tormenta hizo estragos, no hubo luz en toda la mañana, lo que se traduce en no computadoras, no proyectores, no red inalámbrica y, lo más grave, no cafeteras, snif snif.

En fin, ya regresó la luz y ahora también la red, pero no han traído la cafetera, snif snif.

la vida en tierras tapatías, parte II

Viaje Aguascalientes - Guadalajara en camión: dos horas y media

Viaje a través de la Zona Metropolitana de Guadalajara en camión (trayecto central camionera - casa): una hora con mucha suerte, una hora y media la mayor parte de las veces, dos horas cuando hay inundaciones (de agua o de coches o de ambos)

la vida en tierras tapatías, parte I

Llego a Tonalá, atravieso Guadalajara, vivo en Zapopan y estudio en Tlaquepaque. ¿Así o más municipios?

domingo, julio 22, 2007

no hace falta más

No vi Cansada de besar sapos, a decir verdad la evité cuando estuvo en cartelera; conocí la canción en el coche de mi amigo y cuasi sobrino Aldo, cuando fuimos en bola en una expedición a comprar churros rellenos de chocolate a San Marcos; pero desde hace tres días no me remite tanto a la película y tampoco a los churros o a los que fuimos alegremente a comprar los dichosos churros, sino a tus ojos, niño de kinder... y tal vez me aterra que así sea.

Ay, no sé cómo llegaste,
yo ya no quiero dejarte
ni un segundo más,
no quiero despertar
sin saber cómo estás,
a dónde vas
y si nos volveremos a encontrar,
no sé cómo explicarte,
tú me llevas a otra parte,
no quiero regresar,
si me haces un lugar
no hace falta ya nada más,
no hace falta más que tus ojos,
me dicen que en el cielo
están buscando una canción
y yo acabo de encontrar tu amor,
tus ojos me cuentan el secreto,
me invitan en tu dirección
y yo acabo de encontrar tu amor.
Ay, no sé cómo explicarte,
tú me llevas a otra parte,
no quiero regresar,
si me haces un lugar
no hace falta ya nada más,
no hace falta más que tus ojos,
me dicen que en el cielo
están buscando una canción
y yo acabo de encontrar tu amor,
tus ojos me cuentan el secreto,
me invitan en tu dirección
y yo acabo de encontrar tu amor.

una más y ni una más

Una boda más. Y la frase del día: "no estoy ebria, el piso está resbaloso".

Cof cof, cosas de la edad, hace eternidades que no recibo invitaciones a fiestas infantiles y primeras comuniones, hace algún tiempo que recibo invitaciones a fiestas de quinceañeras sólo cuando se trata de las hermanas menores de gente de mi edad, hace poco que el 90% de las invitaciones que caen en mi casa son para bodas, despedidas de soltera, baby shower... otra manera de comprobar cuánto se envejece... por si quedara alguna duda, ja ja ja.

miércoles, julio 18, 2007

tanto tiempo atrás

Cuando salimos de prepa, hace ocho años (grrrrrrr, estoy envejeciendo), recibí lindos reconocimientos en la fiesta de graduación.






De acuerdo con la información obtenida de estos reconocimientos, sólo fui la más caderona, detallista, optimista y simpática, durante mis tres años de preparatoria, no después. Supongo que eso explica que ya no le resulte simpática a mucha gente y que haya dejado de ser tan detallista bajo el pretexto de que el tiempo nunca es suficiente; pero no explica en absoluto que siga siendo una optimista extrema y que mis caderas se hayan extendido más allá del hueso, que ya de por sí es ancho. Ja ja ja.

Corte informativo: No fui yo quien arrasó con los reconocimientos, aunque parezca que cuatro son muchos, recuerdo que Arturo tuvo cinco y Michelle seis.

martes, julio 10, 2007

cafecito de aniversario


Ya está en línea El Cafecito de julio, café con sabor a tercer aniversario y con sabor a elecciones también.

lunes, julio 09, 2007

¡salud!


Como en The devil wears Prada, ¡salud por los trabajos que pagan la renta!

sábado, julio 07, 2007

lo dijo Marco

Para el académico, el día tiene 48 horas.

viernes, julio 06, 2007

is watching me...

Un mundo me vigila... ¿Y yo? Despistada y cegatona. A veces más de lo que debería. A veces menos de lo que confieso. Como sea, las voces en mi cabeza dicen "the big brother is watching you" y solitas se responden con más preguntas: "again?, always?"

jueves, julio 05, 2007

fotógrafa de bodas por un día

Ser fotógrafa de boda no es mi plan B, pero confieso que me divertí cañón haciendo las fotos de la boda de Carmen y Alex. Me gustó. Y les gustó. Y me gustó que les gustara.

me parece que vi un lindo gatito

Eso de rescatar animales en desgracia es contagioso. Hace dos semanas, mi mamá trajo un gatito que rescató en la calle. No se pudo quedar en casa porque el bloque Gupy-Justina-Güerito (perro-gata-perro) se opuso firmemente. No se pudo, porque él era demasiado agresivo. En fin, el veterinario debe haberle encontrado ya hogar.

De habérmelo quedado, se habría llamado Silvestre.


miércoles, julio 04, 2007

un complot

Hasta ésa que creo que es de las mejores fiestas que he visto (la de la boda de Carmen y Alex) tuvo diez minutos en que me sentí víctima de un compló: las primeras canciones, calentando motores para el bailongo, “si no te hubieras ido” y “el sol no regresa”.

Y me viajé, aquellos años, el Encino, lo dicho, lo no dicho, el abrazo interrumpido por el encontronazo con el papá de una amiga que ahora que recuerdo ya ni es mi amiga, muchos momentos, la canción que no me gustaba y que no me gusta, pero que me recuerda a… alguien, “si no te hubieras ido”. Qué ironía, “si no te hubieras ido”, y vas y regresas sin previo aviso.

Y otro viaje, a otro momento, al tope que no se veía, a la crónica de Reconstrucción, a tantas canciones, a la cursilería, al pozole, a esa prisa que no entendí y no acabo de entender, a lo que gané y lo que perdí, a la perfección que no existe y no tiene sentido buscar, a “algo más” y a la canción que es más intensa, más como yo, “el sol no regresa”... y no regresó.

a veinte días

¿Qué parte de la palabra “universidad” no entiendes?

martes, julio 03, 2007

hágalo usted misma

Domingo de “hágalo usted misma”. Y, ah, cómo me acordé de ti, que decías que “hay cosas que una mujer no puede hacer”. Me encantaría que me explicaras qué.

no paraba de llover

Fuimos muchos los que nos quedamos atrapados el viernes casi tres horas en el Templo, porque era una locura salir en medio de una tormenta eléctrica con harto viento, y de un “encharcamiento” que no dejaba ver ni el camellón y que invadió también el Templo. En casa, los damnificados fueron mis perros, la lluvia mojó el colchón de la casita en que pernoctan, así que esa noche tuvieron que ser canalizados al albergue improvisado en el baño.

Y a la mañana siguiente, camiones locales y nacionales, ¿en mi calle? Todo porque ante el cuasi diluvio del viernes en la noche en Aguascalientes, se dañó parte de la Avenida Convención y la enorme fila de vehículos tuvo que ser desviada por mi calle y por otras calles cercanas. Grrrrrrrr. Y yo que me quejaba de Guadalajara.

yo quiero ser mi mamá

La misión: comprar un vestido para la boda de Carmen y Alex. El recorrido: esa vez no fue por toda la ciudad, pero casi. La elección: luego de deliberar unos minutos ante tres vestidos, mi mamá evitó la fatiga y no eligió uno, compró los tres.

Dorix was there


Oh, sí, hace un mes fui por primera vez en la vida a la lucha libre y experimenté lo que me habían contado o lo que había leído: el espectáculo no está en la propia lucha, sino en el público, ahí donde las reglas se subvierten, donde abundan las mentadas y los gritos eufóricos, donde nadie se ofende y todos entran/entramos al juego. En algún momento hasta los luchadores perdían la atención de su farsa para contemplar por nanosegundos al público y seguir dando golpes que nomás dejan airecito, acompañados por gestos de exagerados a lo que le sigue; mientras la multitud sigue gritando…
A los luchadores: “eees puto”, “pito chico”, “mi vieja es más ruda”, “silla, silla”.
A ciertos especimenes dentro de la multitud o, de plano, todos contra todos: “_____, _____, chingas a tu madre”, “el de rosa es puto”, “pozolera, pozolera”.
A las mujeres: “vuelta, vuelta”, “que brinque”, “güera, coqueta, enséñame las tetas”, “teibolera, teibolera”.
A las gringas: “hijas de Bush, hijas de Bush”.
A los visibles: “Ciencias, Ciencias, chinguen a su madre”.
Los de ring a los de gradas: “pobres, pobres, chingan a su madre”, “se les va el camión, se les va el camión”, “tu mamá es mi chacha”.
Y las burlas a lo físico: “Choche, Choche” (al luchador gordo), “Pollo Pepe, Pollo Pepe” (al Gallo), “Chuck Norris” (a un tal Emilio, luchador idéntico a Norris), “Fabiruchis, Fabiruchis” (al güerito falso de pupilentes), “Johny Laboriel, Jonhy Laboriel” (al negro).
En fin, ese día al único que reconocí fue al Negro Casas. Hoy lucha el Místico, pero no iré, snif snif snif.