miércoles, febrero 18, 2009

los animales toman mi casa

Primero fue Justina, desde ayer decidió apropiarse de mi mochila beige para echar la siesta, hoy decidió que ningún poder humano hará que regrese la ilustre mochila a su propietaria.
Y hoy una paloma silvestre que fue a vagar accidentalmente a mi cocina, tras chocar con una ventana, patinó en una bolsa de plástico de dudosa procedencia y fue a aterrizar el el canasto de las naranjas; la gris palomita decidió reposar ahí, sobre las naranjas, mientras se recuperaba del trancazo.

¿Qué sigue, que el perro y la gata hagan equipo para expulsarme de mis aposentos, que las palomas desayunen mi cereal?

sábado, febrero 14, 2009

hay una casa que pensé que era mi casa...

La historia es tanto un proceso de olvido como de aprendizaje, y la memoria es famosa por su selectividad. Tal vez "mañana volvamos a encontrarnos". Pero tal vez no o, mejor dicho, cuando nos encontremos mañana, tal vez no seamos los mismos que nos encontramos hace un momento.

Zygmunt Bauman, en Modernidad
líquidad

domingo, febrero 08, 2009

mil campanas suenan en mi corazón

Este humilde blog, creo que está a dos milímetros de convertirse en una serie tipo "Si ese tiempo pudiera volver", primero me dio por recordar los tiempos de secundaria y ahora voy con el kinder... y esto último sí requirió un ejercicio de memoria histórica, pero un reto es un reto y yo hice uno con Mauricio Benjamín, también conocido como Mauricio Patrimonio y como Sabe a pollo: a más tardar el domingo (hoy) postearíamos algo sobre los años de kinder, ji ji. En mi caso, estuve en kinder de 1986 a 1987.
Dorix y su maestra Josefina en el festival de fin de cursos.

Propiamente del kinder no recuerdo mucho, me acuerdo de mi maestra Josefina que era rubia de tono dorado, cual comercial de Kodak. Me desesperaba hacer bolitas y rayitas, si yo ya sabía leer, grrrrrr; también me alteraba considerablemente que el cielo debía ser siempre azul cuando dibujábamos, creo que nunca me dejaron pintar un cielo negro y yo quería un cielo nocturno con sus estrellitas y demás; en algún lado deben andar mis obras de aquellos años, hay cielos de azul pálido brillante con estrellas... no estaban pesadas las anfetas, es que mi maestra dijo que no debíamos usar colores oscuros, ji ji.
El lunch del kinder incluía galletas Marías y leche de soya... y a mí nunca me gustó la leche de soya, así que traficaba con ella a cambio de galletas, al final comí tantas galletas Marías que ahora ya no me gustan. La canelita que también venía en el lunch sí que me hacía feliz.
En ese tiempo, la ciudad parecía enorme (y Aguascalientes entonces era un pañuelo, apenas llegaba a 2o. anillo) y los juegos se veían demasiado grandes y peligrosos... y lo eran, una vez uno de mis vestidotes se atoró en una resbaladilla y me quedé atrapada por unos minutos, hasta que mi vecinito Chuyín fue a rescatarme... oh, sí, entonces creía en los cuentos de hadas y Chuyín era un príncipe valiente, ji ji. Igual que Pepito, mi primer amorcillo, que me regaló un conejo silvestre cuando cumplí cuatro años. Hablando de conejos, la ilustre maestra Josefina nos dio como recuerdito de fin de cursos un lindo conejito de bombón, que lleva casi 22 años en mi casa. Vaya si son longevos los bombones.
Era feliz oyendo a Alaska y Dinarama (mil campanas suenan en mi corazón, qué difícil es pedir perdón...), Flans, Mecano, Bosé y mi amado Timbiriche (de aquellos tiempos son Mírame, Corro vuelo me acelero, Acelerar y Tú y yo somos uno mismo). Veíamos sus videos en TNT y Video Éxitos... y supongo que también en Siempre en Domingo, jo jo, una joyita de la televisión nacional, igual que 24 Horas con Jacobo y En familia con Chabelo (éste último creo que aún existe). Y en cine, en aquel tiempo creo que estaba de moda Lucerito, creo que me tocó ver Fiebre de amor cuando la Cine Sala París era decente (no mucho tiempo, you know); creo que también es de ese tiempo Stand by me (amé esa película).
Estaban de moda aquellos conjuntos de falda y saco de hombreras, las faldas largas o bien las minifaldas, la mezclilla "deslavada" (¿por qué carambas se llama así?), los sombreritos y los aretes enormes (chale, creo que el 86 se replicó en el 2006)... y, trauma de la vida, muchas niñas usábamos moños, grandes moños en la cabeza, como pueden ver en mi foto de cuando entré a primaria, ji ji.

En aquel tiempo, mi papá leía Proceso (bueno, creo que mi papá siempre leyó Proceso) y yo quería leerla también. Eran años del gobierno de Miguel de la Madrid. Y México fue sede del Mundial de Fut en el 86, ¿alguien se acuerda qué selección ganó? En fin, ya me puse nostálgica... qué lindos eran los años de kinder. La memoria, al final de cuentas, es la que nos dice lo que somos.

Actualización: Ver acá el relato de Sabe a pollo.

sábado, febrero 07, 2009

domingo, febrero 01, 2009

camino a San Juan

Vi pasar peregrinos con los ojos llenos de fe y los pies llenos de ampollas, los vi con sus lámparas de noche en la orilla de la carretera, caminaban y caminaban y caminaban, de vez en cuando se detenían donde había gente con fogatas para regalarles café, agua o naranjas.