miércoles, agosto 31, 2011

112

20 horas continuas de actividad, los pendientes han quedado resueltos.

martes, agosto 30, 2011

113

A ver si se me vuelve a ocurrir atiborrar de tarea a mis alumnos. Ahora soy yo quien está atiborrada de trabajos para revisar y no logro terminar a tiempo para hacer mi propia tarea. Ash.

lunes, agosto 29, 2011

114

Pero qué tipos tan guapos se encuentra una en la pista... yo debería ir diario... y los días deberían ser de 72 horas.

domingo, agosto 28, 2011

115

Este día ha de pasar a la historia como aquel en que fui víctima de una sobredosis de beisbol. Pasé demasiadas horas en el estadio, en el Campeonato Mundial Junior. Primero fue el partido Holanda-México, que debió ser ayer, pero se pospuso por lluvia y, después, el Japón-México (sí, sí, los Mexicans jugaron dos veces y, en la segunda iban todos mugrositos). Aprendí métodos alternativos para secar un campo mojado: un poco de gasolina, un cerillo y voilá... arena seca en minutos... y harta contaminación, pero ni hablar.


También identifiqué diferencias entre traseros holandeses (prácticamente inexistentes), mexicanos (¿cuándo es demasiado?) y japoneses (qué cosa tan extraña).


Descubrí que las tortas de carnitas no tienen tantas carnitas, pero igual matan el hambre cuando una pasa prácticamente todo el día atada a un palco.


En fin, que fue un gran día, a pesar de que el beis ni me gusta, ni lo entiendo. Me han dicho que es un juego de inteligencia y estrategia, ¿será que por eso no logro comprenderlo?

sábado, agosto 27, 2011

116

De pronto, la ñoñez fue interrumpida por un episodio nunca antes visto: quien esto escribe fue al beisbol, en vivo y a todo color, por primera vez en la vida (cuánto cliché en una frase tan corta).

viernes, agosto 26, 2011

117

Todo el cansancio del mundo puede olvidarse con una buena sesión de chisme y con una escala en la última función de Quiero matar a mi jefe (por algún extraño motivo, esta vez el título en español me suena mejor que el original, Horrible bosses), aunque, dicho sea de paso, yo no quiero matar a mis jefes.

jueves, agosto 25, 2011

118

Podría decir que esta mañana luché contra mi cabello y, cuando por fin logré dominarlo, el aire me dejó peor. Podría decir que mi trabajo conspira contra mis muy fugaces intenciones de guardar la línea, gracias al pastel de chocolate del lunes y el de tres leches de hoy... los festejos para las cumpleañeras, ya saben. Podría decir que, a pesar del desconcierto por los archivos extraviados, la pasé bien esta mañana. Podría decir que, a diferencia de otras noches, ésta sentí que andaba muy brillante. Podría decir todo lo que he dicho, pero cuando mi día termina viendo la noticia del atentado en Monterrey, un caso más para la colección de los "nunca antes visto", la felicidad se me escapa y la boca adquiere un sabor amargo, como de dolor y desesperanza e impotencia y lo que se acumule. Si esto no es estado de guerra, que alguien me explique qué es.

miércoles, agosto 24, 2011

119

Soy una cursi de clóset, lo confieso. Por eso derramé unas cuantas lagrimitas a eso de las 7 AM (y luego no podía ponerme el rímel, ash), cuando vi el video de un momento emotivo en la boda de alguien que conozco.



Empiezo a dudar que este corazoncillo que suele ser tan duro, sea realmente de piedra.

martes, agosto 23, 2011

120

Que alguien me explique cómo es que 24 horas nunca son (ni serán) suficientes.

lunes, agosto 22, 2011

121

Amo a mis alumnitos, unos días más y otros días menos, pero los amo. Lo que no me hace feliz es recordar, justo al cerrar la puerta de casa, que olvidé el borrador, los gises, los kleenex, las plumas y, por supuesto, las llaves. ¡Aplausos para mis niveles de distracción! Dicen que la gente distraída es feliz, ha de ser cierto.

domingo, agosto 21, 2011

122

Sorprendida estoy con las extrañas fotografías que tomé en la Fotocaminata. Vaya, no es que las fotografías en sí mismas sean extrañas, de hecho son bastante simples; lo raro es que me haya entretenido tanto tiempo en revisar intervenciones humanas. Pronto una selección de fotitos.

sábado, agosto 20, 2011

123

Amo las jornadas de ñoñez que desembocan en fuga al cine, acordada minutos antes. Amé la historia dentro de la historia en La mujer que vino del mar. Amaría más que apareciera mágicamente otra mujer en las salas La mujer que cantaba... y Medianoche en París, por supuesto.

viernes, agosto 19, 2011

124

"Primero recoge del piso los pedacitos de tu corazón" fue la frase de la noche ésa, donde terminé de fiesta con tres amigos y cuatro amigos de mis amigos. Algo me hace sospechar que ningún nivel de cansancio o problema puede resistirse a un viernes de locos, que incluye el combo: sesión de chisme vil y chistes locales en la comida de reencuentro con un amigo (¿qué importa que mi regalito tras su viaje a París haya sido otro llaverito de Torre Eiffel?), taxista platicador que acepta la necesidad de un GPS, programa de tele por Internet con los cuates, episodio de nostalgia vil cuando alguien de la vieja audiencia de la vieja Radio Universidad se pregunta quién es la Zárate, chistes y más chistes hechos a costillas de alguien que no sabe combinar sus calcetines, encuentro con Zenaido y su muñeca pelirroja, fuga a un bar ¿trendy? del centro donde no encontramos lugar para sentarnos y nos dedicamos a la divagación, frases célebres que emergieron al calor de las cervezas que ni tomé, pérdida del sentido del tiempo. Hace siglos que no me divertía tanto, aunque al final no supe si el amigo en cuestión recogió del piso los pedacitos de su corazón.

jueves, agosto 18, 2011

125

De un tiempo para acá, he pensado que un buen curso no depende exclusivamente del profesor a cargo, sino del grupo, de la oportunidad y la calidad de sus participaciones, de la capacidad para entrarle a la discusión y también de la disposición para la colaboración. Me preguntaba cómo iba a ser mi grupo y me gusta lo que estoy descubriendo. Con compañeros así, da gusto madrugar, chingau.

miércoles, agosto 17, 2011

126

Algunas mañanas amanezco muy brillante. Lástima que el tiempo no dé para mucho,
que tales niveles de brillantez no operen cuando de reservar a tiempo se trata y que el caos se produzca ante mails con instrucciones que deben seguirse en ese mismo momento ya. En días como éste, recuerdo "Acelerar" de Timbiriche (sí, sí, soy de la generación Timbiriche, ¿y qué?). Sobre todo, me acuerdo de lo mucho que me gustaba esa canción cuando estaba en preescolar o en primaria, a pesar de que me resultaba tan ajena. Mucho ha cambiado en estos años.

martes, agosto 16, 2011

127


Una tarde nublada, un café caliente y una conversación que va por enemil senderos a la vez, resultan geniales. Quizás el problema es que uno pierde la noción del tiempo y Arlette por poco y no termina su maleta. Como sea, todo salió bien, entre el chisme, los experimentos, la maleta veloz y el acelere, ocurrió una especie de ceremonia no ceremoniosa de entrega-recepción de estafeta en El Cafecito.

lunes, agosto 15, 2011

128

Cuando la fe y la felicidad pueden verse en los ojos de la gente, algo me hace pensar que el mundo vale la pena.

domingo, agosto 14, 2011

129

Entre las ene cosas que hice este domingo (¿de veras soy tan productiva en estos días, en que el cuerpecillo es sabio y no escucha el despertador, las horas parecen transcurrir más lentas que de costumbre y la sensación de que todo puede suceder se hace presente?), escribí las líneas que comunican a los lectores cafeinómanos que esta editora hará una pausa de cuatro años y una brillante editora ha tomado ya la estafeta. Mientras escribía, recordé un poema de la Szymborska (he de decir que soy su fan, pero eso ya lo saben, ¿verdad?), donde dice "prefiero lo ridículo de escribir poemas a lo ridículo de no escribirlos". Prefiero intentarlo, siempre. Prefiero aguantar las consecuencias de lo que hago, que arrepentirme de lo que no hago. Y prefiero lo ridículo de venir a contar tonterías a un blog, a lo ridículo de no escribirlas para la posteridad.

cosas que pasaron por mi mente mientras veía Super 8



  • Oh, por Dios, he regresado a los 80, así que nada de estar pensando en doctorado y trabajo, todo lo que debo hacer es alistarme para ir al kinder.
  • ¿Es mi imaginación o el niño tonto (que al final resulta que no es tan tonto, sino que su inteligencia se orienta a la solución de problemas prácticos muy básicos) es un Jacobo Zabludowsky chiquito?
  • ¿Es mi imaginación o el niño piromaniaco es un Owen Wilson versión mini?
  • ¿Es mi imaginación o el niño miedoso es uno de mis ex-alumnos? Hasta habla igualito.
  • ¿A qué genio se le ocurre traducir "deputy" como "diputado"? Toda la película le dicen diputado al policía.
  • Por cierto, el policía es el mismito que hacía de agente del escuadrón anti-bombas en la segunda temporada de Grey's Anatomy.
  • Si no ha transcurrido media película y ya vi el reloj tres veces... mala señal.
  • Como sea, el cortito de los chamacos, durante los créditos, es mil veces mejor que la película completa. Sólo por eso, valió la pena.

sábado, agosto 13, 2011

130

Quisimos cambiar el mundo y terminamos haciendo todo igual... o peor. Mucha razón tenía José Emilio cuando escribió: "ya somos todo aquello contra lo que luchamos a los 20 años". Eso que inició en 2008 ya no existe, aunque haya quien jure que sí.

viernes, agosto 12, 2011

131

Todo se ve tan distinto después de dormir. El asunto es que mi cuerpecillo ya no está acostumbrado. Estaba tan cansada, que me acosté a las 10 de la noche; pero la inercia me hizo despertar antes de las 3 de la mañana y estuve a punto de irme a bañar. Por suerte, el reloj me sacó de mi error y me obligó a volver a dormir. Como sea, hoy no fui una pasajera neurótica y tampoco una cuasi-becaria abrumada. Tras la tormenta (la simbólica, que la literal también existió y causó estragos en Guadalajara), salió el sol, se secó la lluvia y Witzy Witzy araña otra vez subió. No importa que todos nos preguntemos si volveremos a dormir alguna vez en los próximos cuatro años, tampoco importa que haya regresado a casa en un estado deplorable. Lo que importa es que decidí libremente lanzarme de una tirolesa (simbólica también, aunque ya me he lanzado de una tirolesa de verdad) contra toda incertidumbre, lo cual es una locura; importa que al menos otros ocho están igual de locos que yo y son mis compañeros de aventuras; importa que me siento de regreso a casa.

jueves, agosto 11, 2011

132

Éste ha de pasar a la historia como el día de una serie de eventos desafortunados, en medio de acontecimientos afortunados. Primero fue el susto de la vida, el autobús se detuvo de golpe, sin anestesia; había una fila enorme de coches y camiones, el chofer bajó para ver qué pasaba y regresó para apagar la unidad... damn it, estos choferes no están capacitados para la comunicación en situaciones de crisis (después me diría Carlos Enrique: "date de santos con que estén capacitados para manejar"). Un pasajero bajó al chisme, "alguien atravesó un trailer en la carretera", dijo al regresar; no especificó si era accidente o narco-retén, pero empezó la neura colectiva, en torno a qué era aquello que nos dejaba atorados en un camión inmóvil a media autopista, a las implicaciones que tendría no llegar a tiempo a citas en el consulado y a reuniones en empresas y a una primera clase de doctorado, así como a los "hubieras" (si hubiera salido en el camión de 30 minutos antes, si hubiera salido ayer, si los de la autopista hubieran avisado, si el chofer hubiera escuchado las noticias y en ellas se hubiera dicho algo que pudiera habernos evitado estar ahí justo entonces). Como sea, tras la espera, se restableció el flujo (a cuentagotas, pero se restableció) y logramos llegar... aunque nadie llegó a tiempo a sus citas. Y, por cierto, descubrimos que se trató de un accidente bastante feo y que el trailer atravesado fue producto de una volcadura.

Después vino la incertidumbre, apenas había recuperado el aliento, cuando una asistente me sacó de la sala porque había que actuar de inmediato: la página de Conacyt dio lata y se atoró mi solicitud de beca. Si las primeras horas del día las pasé en el pánico por el accidente (que no sabía si era accidente), casi toda la tarde experimenté una sensación que no logro explicar... todo lo que puedo decir es que el espíritu del Peje se apoderó de mí y cruzó por mi mente que todo era un compló. Varias horas y cinco intentos después, funcionó la firma electrónica y la solicitud por fin quedó completada. Ahora, a esperar.

miércoles, agosto 10, 2011

133

Tal vez el acelere de las horas eternas de trabajo y trámites no deja sentir el pánico, pero éste aguarda, muy paciente, el momento preciso para hacer acto de aparición... y aparece, vaya golpe.

martes, agosto 09, 2011

134

Ya sé que el mundo se está cayendo a pedazos, Londres, Siria, el Tec, la economía mundial, en fin. Sin embargo, en este escenario francamente desolador, dos o tres buenas noticias hacen que el día valga la pena: que ya está el contrato, que habemus asesora, que rojo mi cabello ha vuelto a ser (en mi grupo del doc, somos tres mujeres, una güera, una morena y una pelirroja... sospecho que finalizaremos el semestre las mismas tres, pero castañas... hagan sus apuestas), que la serendipia aparece por todos lados, que hay gente que confía en una a veces más que una misma, que el mensaje de una jefa generosa ose sacarle las lagrimitas a una, que el gato de Schöedinger puede que esté vivo, en fin, que la vida no es tan fea.

lunes, agosto 08, 2011

135

Los regresos suelen ser acontecimientos extraños, a veces llenos de expectativas, a veces llenos de incertidumbre, o quizá de todos los anteriores. Como sea, volver a mi alma máter resulta significativo en muchos sentidos, desde lo profesional hasta lo sentimentaloide. Si eso es aderezado con episodios de "muy pequeño el mundo es" y de "big brother is watching you", he de decir que el inicio cómico-mágico-musical promete. No se pierdan los siguientes capítulos, en los cuales, segurito, los alumnitos enloquecerán y, con ellos, su pobresora.

domingo, agosto 07, 2011

136

La cocina estaba quedando rechinando de limpia, tras mis labores de ama de casa dominical que tan terapéuticas me resultan; de pronto, un vaso feo, muy feo, resbaló de mis manitas, chocó justo contra la llave del fregadero, se rompió y regresó al lugar de donde se había escapado... es decir, sí, a mis manitas... un fragmento del vaso se incrustó en mi dedo gordo de la mano derecha. ¡Aplausos! Qué bueno que el vaso feo se rompió, para no tener que desaparecerlo con estrategias no del todo transparentes; pero, ¿qué le da derecho a interrumpir mis labores domésticas -no todos los días amanezco con esos niveles de energía para hacerlas- y a dejar una herida curva -que tal vez termine como una fea cicatriz- en mi dedito?

sábado, agosto 06, 2011

137

Oh, por Dios. Es tan maravilloso encontrar conexiones donde parece que hay muchas y muy evidentes diferencias. Una abogada, una contadora y quien esto escribe, sentadas juntas en una mesa, con sobredosis de frapuchinos sin chantilly, mucho que contar y mucho más que planear. La abogada es la menor de las tres, su cara es expresiva a más no poder y es atrevida, divertida, práctica y radical. La contadora es la mayor, tras el look sexy, es la más tierna, romántica y bienintencionada de las tres, siempre piensa bien de la gente y trata de comprender a todos. Yo soy un bicho muy extraño y soy la persona menos indicada para describirme, pero, en el grupo, parece que soy la intelectual, medio idealista y tantito cínica. Quizá lo distintas que somos puede observarse en la boda de los sueños: la abogada se casará en menos de dos meses (sobra decir que tiene todo bajo control) y echará la casa por la ventana, todo estará perfecto; la contadora quiere unirse en santo matrimonio, en una ceremonia pequeña e íntima; yo quiero avisarle al mundo, quizá mediante un tuit, luego de haberme fugado con alguien y haber decidido vivir juntos sin contratos de por medio. Lo maravilloso de todo es que no importa cuán diferentes seamos, si nos queremos tanto y nos fascina estar juntas, aunque nuestra condición de workaholic no nos deje vernos tanto. La contadora y yo estaremos en la boda de la abogada y seremos muy felices cuando veamos su cara de felicidad. La encomienda es hacer que el cortejo, las ofrendas y esas cosas resulten perfectas en la ceremonia religiosa, todo está fríamente calculado: la contadora saludará con amabilidad a los participantes, yo seguramente levantaré la ceja y les diré cosas como "¿qué te hace pensar que puedes moverte?, aún no es tu turno" y entonces la contadora buena onda sonreirá para diluir la tensión. Ya cuento los días, muajajá.

PS. Ningún psicoanalista comprenderá el poder curativo de una rebanada de pastel de chocolate compartida en el camino.

viernes, agosto 05, 2011

138

Puedo ser una mujer de hielo, casi sin corazón, pero cuando leí este post, algo dentro de mí se hizo pedazos y empecé a llorar cual Magdalena. Una y mil veces he dicho que la familia no se elige y los amigos sí; pero también mil veces me ha dolido no reconocerme en las caras de los que llevan la misma sangre que yo y saber que, cuando pienso en la mayoría de ellos, no siento que soy parte de algo... quizá somos simplemente una serie de islas que se apellidan igual, que tienen la barba partida o los ojos grandes o la nariz tantito larga; somos los que nos encontramos en los funerales, porque los que se van son quienes alguna vez nos unieron; en algunos casos muy concretos, somos los que jamás volveremos a vernos, porque no nos interesa y punto. Es complicado. Como sea, no se trata de provocar una inundación lacrimosa aquí (cosa complicada en un segundo piso); si dejo de pensar en lo que no tengo, para reconocer lo que sí tengo (damn it, ¿el espíritu de Paulo Coelho se ha apoderado de mí?), he de decir que mi familia pequeñita ha sido maravillosa. Esta mañana una desconocida y yo terminamos hablando de nuestras familias y ella quedó tan fascinada como yo con la historia de mis papás. Si el precio de esa historia loca e inexplicable que supera a la ficción es el alejamiento de los otros, ha valido la pena.

jueves, agosto 04, 2011

139

La congruencia no abunda en este mundo. Ya lo sabía, pero me volvió a quedar claro. Me aparecí en la "función de gala" (lo que sea que eso signifique) del Festival Internacional del Medio Ambiente, en la universidad. No contaba con que, antes de la función, estaba programada una ceremonia de inauguración (¿a eso se referirían con "función de gala"?), que empezó tarde, por supuesto. Me dio ternurita ver el auditorio lleno de funcionarios públicos acarreados, se veían como cuando hay grupos completos de alumnos acarreados, que están en todas partes menos ahí. El documental de la noche fue Los días de la tierra, de Robert Stone... he de confesar que no me gustó, es una película demasiado gringa para mi gusto; pero presenta una serie de experiencias interesantes de activistas estadounidenses, en torno al movimiento ecologista y el inicio de la celebración del Día de la Tierra. Hay una reflexión no del todo acabada sobre el poder, la ausencia de políticas públicas y la cultura del consumo en Estados Unidos. He ahí el punto, a veces las ceremonias oficiales adolecen de congruencia: 1) los programas del Festival están impresos en papel couché, no muy ecológico, obvio; 2) a las honorables autoridades universitarias y de gobierno les dieron agua embotellada, ¿qué hay del impacto ecológico de las toneladas de plástico de las botellitas?; 3) al terminar la función se escuchaban comentarios de funcionarios maravillados con la reflexión sobre la ecología... metros más adelante, abordaban sus camionetones del año para regresar a casa... la mayoría, en la soledad de su auto. Qué complicado resulta a veces ser medianamente congruente.

miércoles, agosto 03, 2011

140

El lunes, cuando desperté, caí en la cuenta de que agosto había llegado. Me apaniqué, confieso; algo presionó mi cabeza y exprimió mi estómago, mi cuerpecillo pretendió quedarse pegado a las sábanas y pensé, una vez más, que debería existir el equivalente de un reloj legislativo para simples mortales. El punto es que ya es miércoles y sigo resolviendo pendientes contrarreloj, como casi siempre, pero con más enjundia. Esta mañana dije que le faltan horas al día (y no, no me refería a esta canción). Muchas cosas deben estar resueltas antes del lunes. ¿Es mi imaginación o este bonito blog ha experimentado un viraje a un combo de angustia, nostalgia e incertidumbre?

martes, agosto 02, 2011

141

Las despedidas no suelen ser fáciles, pero siempre son necesarias. Hoy, El Cafecito, mi proyecto de años, tiene nueva editora, porque las horas del día ya no me son suficientes para atenderlo. Quizá, más fuerte que la nostalgia, es la felicidad de saber que ha quedado en buenas manos :D

lunes, agosto 01, 2011

142

El reconocimiento del trabajo, sobre todo cuando es inesperado (el reconocimiento, no el trabajo), hace que muchas cosas valgan la pena, que otras se disipen, que otros tengan que cerrar la boca.

PS: Alguien parece estar muy pendiente de mi agenda, lo peor del caso (¿o lo mejor?) es que me agrada saberlo.

éstos sí son super héroes y no fregaderas

¿Quién necesita al Capitán América si existe Capitán México y resulta así de poderoso, fashion y "sepsi"?