lunes, enero 28, 2008

por la calzada de Emaús

Caminé sin saber bien a bien lo que iba a encontrar. Mientras bajaba los cientos de escalones vi que cada quién bajaba a su propio ritmo, unos cual si fuera carrera de velocidad, otros como si fuera una labor poquito menos que imposible, otros respirando tranquilos y platicando y disfrutando de la vista, una vista verde y hermosa para donde se dirigiera la mirada. Seguía bajando y el agua no se asomaba por ningún lado, pero aseguraba su existencia haciendo ruido... se oye y no se ve, qué loco. Y, en algún momento, las fuerzas parecían ser menos y el agua se seguía escuchando, pero seguía sin poderse ver. Y me pregunté si tenía sentido bajar, como idiota, tantos escalones y dejar media vida ahí por una cascada que nomás no se veía; pero no dejé de bajar. Y la recompensa fue tan grande que no cabe en descripción alguna, la palabra "belleza" se queda corta, "paz" también, incluso "plenitud". Y creí que valió la pena todo, el cansancio, las dudas, por llegar a ese lugar que le hace honor a su nombre: Puente de Dios, en la Huasteca Potosina. Ha sido, por mucho, una de las experiencias más intensas de mi vida. Y es, en este momento, una metáfora perfecta para explicarme la fe de algún modo.




Y todo esto tiene que ver con un par de crónicas que he leído varias veces en este día, las dos se refieren a las peregrinaciones a la Virgen de San Juan, pero tocan (y tocan fuerte) la experiencia personal de la fe; las dos, Tazy y Pillo se confiesan como no religiosas, pero su fe, que no viene de templos, sino de fuera (y que se expresa afuera) me movió, me cae que me movió.

"Hoy Dios me habló", dice Pillo (la que repartió agua a los peregrinos), "no se abrió el cielo, ni se escucharon querubines, fue algo más sutil, como ver durante 2 horas de carretera una procesión de gente multicolor caminando, portando una imagen tal vez sin significado para muchos, pero hoy comprendí que no es la imagen, es lo que representa para ellos esa imagen, confirmé que no necesito de una iglesia ni una sotana para oírle, le dije que yo también camino, mi propio camino de San Juan". Y Tazy (la que repartió naranjas), dice: "Cómo me gustaría tener la misma fe que ellos [los peregrinos]". Y agrega: "No les ofrezco mucha fe, pero sí buena voluntad. Ojalá eso sirva. Ojalá algún día vuelva a creer en todas esas cosas que ya no considero importantes".

Y a mí, cómo me gustaría ver obras de ese tamaño en los que juran(juramos) que son(somos) creyentes, cómo me gustaría escuchar/leer experiencias así de profundas entre los que hacemos polilla en los templos, cómo me gustaría que el Dios-amor que predicamos dejara de ser palabras y se viviera un poquito y que dejáramos de buscar a Dios en lo extraordinario y lo encontráramos en lo ordinario del día-a-día (que a veces es más extraordinario). La Iglesia Católica, me parece, no está respondiendo a las necesidades de la gente hoy; y hablo de la Iglesia como estructura y como complejo, porque en estricto sentido, la Iglesia somos todos. Muchas veces he tenido la impresión de que la jerarquía se marea en el poder y muchos grupos se marean en la rutina y, mientras tanto, la vida sigue girando. Y lo digo como alguien "de dentro", como la católica atípica que soy, la niña rechazada por las monjas de cierto colegio porque mis papás vivían en unión libre (aunque todas, o casi todas, las uniones son libres), la adolescente que se volvió no creyente (no creía en la Iglesia y tampoco en Dios), la joven que redescubrió un Dios-amigo en la misma religión de la que huía y dedicó ocho años de su vida a Pastoral Juvenil, la cuasi adulta contemporánea que conserva los usos y costumbres de media vida, de filtrar la fe en la razón y la razón en la fe (¿quién dijo que razón y fe tienen siempre que estar peleadas?). Lo digo y lo sostengo, cómo quisiéramos dentro una fe como la de fuera. Y estoy convencida de que está, dentro y fuera, y que igual que los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35), caminamos con Dios y a veces ni lo vemos.

domingo, enero 27, 2008

viernes, enero 25, 2008

bobadas de tarde de jueves

Estaba yo alegremente en el salón, leyendo en el programa de Proyecto de tesis II: "no se permiten celulares". Como la alumna linda y respetuosa que a veces soy, extendí la mano para buscar el celular en la bolsa y ponerlo en silencio y... plop, la bolsa no estaba colgada de la silla... y tampoco en el piso ni en las mesas ni en otro lugar. Ahí sí me entró la paranoia, yo nunca suelto mi bolsa y recordaba perfecto que la traía colgada, aunque Eugenio me decía que no, que cuando nos encontramos en el edificio y nos dirigimos al salón, no la traía. ¡Susto! Corrí entonces a la banquita donde estuvimos antes y nada. Subí de golpe los tres pisos para llegar a la salita donde estuve antes y nada, tampoco ahí estaba. Ni en los pasillos, ni en las escaleras, tampoco en el elevador. Y mientras iba de regreso a la planta baja pensando si sería más conveniente preguntar a un vigilante o pedir prestado un celular para marcarme y ver dónde sonaba el mío, la sonora vocecilla de María Martha dando clase me hizo voltear hacia el salón donde estaba ella con todos sus atentos pupilos y, ¡oh, sorpresa!, en la orillita de una mesa, a menos de un metro de la puerta, estaba estratégicamente colocada, reluciente y casi diciendo "ven ven", mi bolsa extraviada. Entré en silencio por ella y todos gritaron "¡ay, Doris!", porque resulta que ni ellos sabían que era mía, llegó ahí porque un itesiano angelical que iba pasando vio la bolsa tirada y entró al salón a preguntar si alguien la había olvidado... y nadie. Y quesque Karina dijo que tal vez era mía y todo mundo le dijo que no, que yo solía usar bolsas poquito más grandes. Como sea, he aquí la historia de cómo mi bolsa regresó a mí (porque la historia de cómo fue abandonada no la sé, ni cuenta me di).

dos semanas de odio contra Santander-Serfín

Alguien-cuyo-nombre-no-recuerdo: ¿Me podría comunicar con el señor papá-de-doris-fallecido-en-2003?

(Corte informativo: se han recibido aproximadamente 34 llamadas de gente de Santander-Serfín buscando a mi papá para ofrecerle tarjetas de crédito. Se ha pasado de la respuesta medianamente amable "el señor falleció", a "¿qué parte del 'no lo van a encontrar' no queda clara?" y después a "el nuevo domicilio del señor es el panteón, pero ahí no puede tomar llamadas", así que era momento de algo más juertecito)

Dorix: ¿Cómo te llamas y de dónde llamas?

Alguien...: Fulanito de Tal, de Santander-Serfín...

Dorix: Bueno, Fulanito, tú y Santander van y chingan a su madre y se guardan el teléfono donde les quepa. ¿Todo claro?

Alguien...: OK, gracias.

O sea, ya sé que en algo tienen que trabajar los que se dedican a eso, pero qué pinche afán de seguir llamando, de no entender respuestas y hasta de ser groseros... fue una sopa de su propio chocolate.

Y no, no me salvé de que llamen entre una y tres veces por día. Veré, legalmente, qué se puede hacer. Mientras tanto, declaro dos semanas de odio (como en 1984) contra Santander-Serfín.

Y, de paso, dos semanas más de odio contra BBVA Bancomer y su política discriminatoria contra los usuarios del banco que no tienen cuenta en el mismo; que no vengan con el cuento de que el banco prefiere a sus clientes, eso es un ejercicio de discriminación y es una burla. Y vaya que nos hemos quejado tanto mi ma como yo con gerentes y en servicios al cliente y nos mandan por un tubo, neta que si por mí fuera ya habría cancelado mis cuentas de ese cochino banco, pero pus como una fue abierta por CONACYT pues no hay opción, shalalá.

domingo, enero 20, 2008

la advertencia se cumplió

No es que me acabe de enterar del retiro de Ana, es que estaba en la lista de los posts pendientes.
"Ya es definitivo mi retiro del deporte en México, se contempló la posibilidad de participar independiente en los Juegos Olímpicos pero mi ilusión es participar por mi país... No me hacía participando en unos JO de blanco".

"Muchas cosas que me ilusionaban me han decepcionado, amigos, pseudoamigos, personas que nos iban a ayudar y las cosas siguen exactamente en el mismo lugar pero no hay solución, una falta administrativa al mero estilo del sistema".

"Me encuentro totalmente sola, es un desgaste y no le veo llegar ningún fin positivo... Toqué todas las puertas y no hubo ninguna opción".
Ana Guevara en El Universal

¿Será que cuando amenazó con retirarse si no cambiaban las condiciones en las instituciones nadie creyó que lo haría? ¿Será que importa más hacerse bolas con los nudos de poder que ver qué onda con el deporte mexicano (no con Ana, con todos)? ¿Será? ¿Qué será? Lo que sea, qué triste.

viernes, enero 18, 2008

sale, bye

Ayer me escuché decirle a mi estilista que tal vez me iba a arrepentir de convertir mi ya casi larga cabellera de tinte castaño rojizo y raíces negras en una melenilla casi de príncipe valiente, pero que no había otro modo de sacar toda la orzuela que se instaló en estas vacaciones. Me escuché y me puse a divagar. Tal vez no haya otro modo de sacar todas las cosas que me están haciendo ruido que hacerles frente y decirles "sale, bye".

tres razones para tirarse al piso a llorar

"El tiempo no fue tiempo entre nosotros" y el tiempo parece que no pasa y sí pasa y las broncas, aunque pongas cara de "nada pasa" y aunque digas "te quiero", no se resuelven solas. No se trata de resucitar historias, sino de no arrastrarlas. Habla ya o calla para siempre.

*

Odio que estés en todos lados. Odio haberte conocido por un amigo que también era tu amigo. Odio que traiciones y muevas hilos de títeres y metas la nariz en todo. Odio el horror.

*

Lo único que me faltaba era que me mintieras y que me dejaras pensando si acaso será verdad.

habla Aristegui

"Todo parece indicar que hay quien pidió mi cabeza y hay quien la cedió. Hay autores materiales y autores intelectuales en esta historia".

"Es evidente que este evento detona una circunstancia de agravios múltiples, acumulados, recientes, firmemente vinculados a la tarea de los medios".

"Me ha sorprendido la reacción, me rebasa, me trasciende. El tema no soy yo. No tiene que ver únicamente con el hecho de que me quitaron el programa que yo oía. Tiene que ver con la cancelación de un espacio en momentos en que los medios de comunicación han vivido situaciones muy criticables y le deben a sus audiencias explicaciones".


Carmen Aristegui en Proceso 1628, 13 de enero de 2008

miércoles, enero 16, 2008

y sí...

Literatura y realidad
José Emilio Pacheco

El tremendismo de la realidad,
su incurable tendencia
al melodrama y a lo absurdo.

La realidad es psicópata:
jamás se compadece de sus víctimas.
Hace trampa al jugar con la esperanza.

Todo lo escribe mal con letras chuecas
llenas de errores de sintaxis.
Ignora el ritmo, el tono, la armonía,
confunde los papeles asignados,
olvida lo que dijo en la otra página.

Debería entrar en un taller literario,
aprender cuando menos rudimentos
de verosimilitud, coherencia y orden.

Sin embargo posee en alto grado
una virtud artística suprema:
no se repite nunca,
siempre es nueva,
siempre nos deja con la boca abierta.


En Nexos 361, enero 2008.

¿así o más?

Creí que no había peor acoplamiento de palabras que "mas sin embargo". ¡Error! El domingo escuché a un sacerdote decir "pero mas sin embargo". Y lo dijo como cinco veces en una homilía de 15 minutos. Grrrrrrr.

del baúl de los recuerdos...

Hurgando en blogs ajenos, me encontré con la nota y las fotos de Corte y nos vamos, un encuentro de cine que organizó La Flaca el año pasado en Casa Serrano, en Lagos de Moreno.

Aquí Ricardo (el grandote, peloncito, de lentes), en el panel sobre exhibición y distribución.
Acá estamos varios en un panel sobre públicos cinematográficos.
Y a la salida de ese panel, la foto del recuerdo: Jaime Krauze, yo (Dorix), Hafid, Antonio, Oscar y Omar.
Las fotos fueron secuestradas de loshijosdelceluloide, de la autoría de La Flaca o de una amiga suya cuyo nombre no recuerdo, pero que me cayó re bien.

5 segundos de cuasi fama

¿Quién dice que Dorix no ha estado en portada de alguna importante publicación? He aquí la prueba de que mi cuerpecillo estuvo alguna ni más ni menos que en la portada del programa de Deporte y Salud del ITESO, aunque sea en segundo plano y no se me vea la cara (qué bueno), sino sólo el cabello, mis inconfundibles orejas (no soy la hermana de Dumbo y tampoco del Shocker, ¿eh?), una parte de la espalda y las piernas, ah, y por supuesto, los pies color leche.

martes, enero 15, 2008

ni siendo malos alumnos...

Para Memes...
Quién iba pensar que pensé en ti todos estos días y no me digné a llamarte. Y cuando supe cómo y dónde estabas, me dije 80 veces que soy una tonta, que las llamadas no se postergan.
Que te recuperes pronto. Un abrazo.


Nada dos veces
Wislawa Szymborska
Traducción de Gerardo Beltrán


Nada sucede dos veces
ni va a suceder, por eso
sin experiencia nacemos,
sin rutina moriremos.

En esta escuela del mundo
ni siendo malos alumnos
repetiremos un año,
un invierno, un verano.

No es el mismo ningún día,
no hay dos noches parecidas,
igual mirada en los ojos,
dos besos que se repitan.

Ayer mientras que tu nombre
en voz alta pronunciaban
sentí como si una rosa
cayera por la ventana.

Ahora que estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Como una flor o una piedra?

Dime por qué, mala hora,
con miedo inútil te mezclas.
Eres y por eso pasas.
Pasas, por eso eres bella.

Medio abrazados, sonrientes,
buscaremos la cordura,
aun siendo tan diferentes
cual dos gotas de agua pura.

que me disculpe el tiempo...

Cómo te explico que el tiempo pasa y los lugares cambian, que podemos no vernos en muchos meses y de todos modos sé que estás y que cuando te veo siempre logras hacerme reír (aunque en tu conversación salgan esos dos nombres cada tres minutos) y siempre sacas mi lado más cínico (remember, ni me asusto ni caigo) y varias veces, incluso, mi lado agresivo (saludos, Lupita). No hay modo, porque para decir que eres mi amigo (y uno de los grandes) no alcanzan las palabras*.

He de confesar que me agrada el nuevo Justes (aplausos, lo cumplí, esta vez no está en clave), aunque de nuevo no tienes mucho, sin duda hueles mejor, pero, vaya, usadón estás (decir que eres de medio uso, corazón, se queda corto) y cada vez más viejo también (para qué nos hacemos, los años no perdonan). Y me agrada porque el corazoncillo se conserva (aunque alguien me preguntó una vez si acaso tienes corazón, bueno, me han preguntado eso y más de ti, pareces rockstar) y la mente brillante también. Y porque lo que hemos compartido, amigo mío, no se borra. Diría la Szymborska, "que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo".


* Nota para alguien que igual y se asoma por aquí en busca de evidencias: no tendría por qué decirte que si bien está en mi lista de amigos, no está en mi lista de amores, ni pasados ni futuros, pero lo aclaro por si acaso te has hecho telarañas mentales. Y, por cierto, no acostumbro contestar llamadas a las 3 de la mañana.

jueves, enero 10, 2008

el desplome

Va a empezar a llover. Una vida se desmorona. Y el dolor, ajeno que se hace propio, cala hasta los huesos. Y el amor eterno de otros mueve el piso. Y que la vida no se acaba con la muerte, eso lo tengo claro. Y que de mis ojos llueve... ni hablar. Y la tarde se hace negra.

yo ya no sé si he perdido la razón

Crucé la calle por inercia y llegué a unos escalones que llevan a un jardín. Pensé de repente en San Miguel de Allende y las calles empedradas y el cielo entre los árboles y tu voz. Y extrañé tanto esos ojos, tus ojos. Y tus manos. Hoy sólo necesito un abrazo tuyo y llorar con la cara hundida en tu hombro y que no me digas nada. Llorar y saber que estás ahí, como siempre. Llorar y contarte que hoy me desplomé viviendo el dolor de otros y resucitando el mío. No te lo tengo que contar, me conoces. Sólo necesito caminar contigo, por inercia, en calles y jardines y hablar de todo y de nada y mirar el cielo a través de las copas de los árboles y olvidar tanto. Olvidar, por ejemplo, que alguna vez perdí la cabeza por tu amor.

eo

¿Existe amor más grande que el que se sabe interrumpido y de todos modos está siempre disponible?

contigo en la distancia

Un beso. Sólo un beso. Y me hiciste el día.

miércoles, enero 09, 2008

el hobbit


En verano, cuando leí este libro, casi muero de risa con el legado que alguien dejo en esta página: un intento de traducción.
Hace unos días, casi muero de gusto al ver en el periódico que es muy probable que Guillermo del Toro dirija El Hobbit, bajo la producción de Peter Jackson.

lunes, enero 07, 2008

enchanted

He de confesar que cuando vi cortos y carteles de Encantada (Enchanted) no se me antojaba en lo más mínimo (ni siquiera por Patrick Dempsey, bueno, sí, por él sí se me antojaba mínimamente), pero ya que Ricardo me contó tanto, me armé de valor y fui... y plop, que encantada quedé.

El vestidote de pastel de Giselle, la carita de tarugo de Dempsey (¿cómo se llama su personaje?), las ratas de Nueva York, los mariachis en Central Park, el "sin cantar", la otra versión de Caperucita y el Lobo Feroz, la bruja Narissa (qué bruja, ¡viva Susan Sarandon!), eso que es mejor que un hada madrina, el príncipe tan idealista como tarado, la ironía... me hizo feliz todo.


A propósito de la bruja Narissa, qué bien está, esos ojotes se me hacían conocidos, pero cuando me di cuenta que era Susan Sarandon no lo podía creer.

Caro: yo quiero estar como la Sarandon cuando tenga su edad...

Dorix: yo quiero estar como la Sarandon cuando tenga la mitad de su edad...

Es que, qué impresión, se ve impresionante en look de bruja Narissa.

A propósito de Patrick Dempsey, tiene razón Ricardo, hace papel de menso, aunque como bien dijo Mónica, "¿qué no son todos los hombres unos mensos?"

Y repite la secuencia de caras de McDreamy en Grey's anatomy. Nada más vean la escena de la fiesta en el Seattle Grace Hospital en Grey's anatomy, cuando Meredith llega muy mona de vestido negro, con Finn (¿o Fynn?) y Derek se queda en el pasme viéndola; y vean después la escena de Encantada donde Giselle y su príncipe Edward llegan al baile y como-sea-que-se-llame-el-personaje-de-Dempsey ignora a su novia (que, por cierto, tiene más nariz que yo, qué impresión) y se queda como tarado viendo a Giselle. Pero eso sí, Dempsey es Dempsey, ya quisiéramos que todos los hombres mensos estuvieran como él, ja ja ja... ¿No me lo podrán enviar por mensajería? (nota pa' mí: verlo ahí de pie en la sala, cuando quesque iba a pedir un taxi para Giselle, me recordó tanto tanto a... alguien cuyo nombre omitiré).

Por cierto, que para ser película de Disney, me parece perversa... y estoy hablando de perversa en el sentido perverso del término, ¿qué onda con la lengua de la bruja Narissa?, luego yo casi grito "¡swingers!" a la hora del cambio de parejas en el baile y... mejor ya no le sigo. El punto es que sí, me gustó.

tiempo líquido

El tiempo pasa y mi percepción de él se desdibuja. No sé en qué momento ha pasado tanto tiempo. No sé por qué no me alcanza para todo lo que tengo que hacer, para lo que quiero hacer (que no suene a imposiciones, sino a convicciones). De pronto, veo que ya pasó la primera cuarta parte del primer mes de este bonito 2008... y que mis vacaciones se hacen cortitas, muy cortitas... y que la lista de pendientes se va haciendo más grande. ¿Propósitos? Naaaaa, yo ya no hago propósitos de año nuevo, lo que no quiere decir que nunca haga propósitos, los hago, sí, pero con otros tiempos, unos a corto cortísimo plazo, otros a muy largo plazo, pero nunca más los de año nuevo. A decir verdad, no he cumplido los últimos que hice, cuando tenía 14 años, entre ellos estaba aprender a tocar el piano; tengo 26 y no, no me he dignado a estudiar piano, pero ya lo haré un día, espero que antes que la artritis ataque mis dedos. En fin, que los días de la agenda llena que entonces, a los 14, veía lejanos, llegaron hace ya varios años: agenda llena de compromisos (a veces empalmados), de deadlines, de todo. Y entre esos renglones de agenda, atiborrados de todo, el tiempo se escurre y el espacio también.

sábado, enero 05, 2008

dosmilsiete

Aunque creo que la vida no se mide en años, me encanta hacer recuento por años y he aquí el de dosmilsiete.

No necesitaba otro año para comprobar que mi mamá es la onda, pero lo sigo comprobando cada día. Tampoco necesitaba otro año para saber cuánto extraño a mi papá, y lo sigo extrañando cada día.

El equipo animal de casa se hizo más pequeño; dos de mis perros murieron, rucos, muy rucos; así que en el equipo quedan un perro, Gupy, y una gata, Justina.

Se registraron movimientos en el plano de la amistad, si ya en 2006 habían desaparecido muchos falsos amigos, en 2007 hubo grandes amigos que se difuminaron hasta quedar en casi nada, pero también grandes amigos que se hicieron más grandes. No sé, soy de la idea de que los amigos no siempre son para siempre, todos cambiamos, unos más que otros, y a veces, como todo, es mejor que quede en buen recuerdo que en mala costumbre. Eso me ha dado vueltas últimamente en esta mentecilla retorcida, la costumbre no es suficiente, ni siquiera la historia común es suficiente y me quedo en el pasme cuando no reconozco las otras caras o cuando no me reconozco en las otras caras. Y me pregunto si seré mala amiga o una muy boba que nunca vio las transformaciones. En fin, eso da para otro post.

Hubo más galanes que de costumbre, yo que me he dedicado a engordar y que presento unas ojeras más grandes que mi cara y que además conservo mis usos y costumbres de, en palabras de la Blue, tratar a los hombres con la punta del pie... y algunos de ellos que se empeñan en apuntarse, ¿masoquistas serán? Y de mi lado, sigo siendo una cosa muy rara, incapaz de asumir un compromiso, aunque sea ligero; por más que cierto incidente me movió el piso y muchos cuestionamientos hechos de mí para mí revolotearon, no he cambiado. Los cuestionamientos siguen y seguirán, seguro, pero prisa no hay por hacer grandes transformaciones.

Leí más, mucho más, he perdido la cuenta de cuánto he leído, casi puros rollos académicos que me hacen feliz, pero que me harían más feliz si hubiera más tiempo para apropiar cada texto. Y la lista de otros libros por leer sigue creciendo. Y el tiempo no da. Bua.

Fui poco al cine, pero vi más películas (cortesía de ETN, Primera Plus y Ómnibus de México), muchas, de hecho, que ni esperaba ver, que evité en el cine, onda El diablo viste a la moda (que me agradó) y Bandidas (que es malita, malita, pero me arrancó dos que tres carcajadas).

Me hicieron falta vacaciones, fui con mi mamá a pueblear por Michoacán al principio de 2007, pero después de eso, nada de vacaciones, sólo unos cuantos viajecillos de pisa y corre a varias ciudades.

No me enfermé, pero no salí ilesa, me lastimé un tendón de la mano jugando fut con la Justi y por ahí de octubre llegué a niveles extremos de cansancio.

No tengo canas nuevas y qué bueno, porque tampoco tengo mucho tiempo para retocarme la raíz del tinte.

Cocino mejor, ya hasta me atrevo a hacer dos que tres experimentos, parece que voy superando la etapa cocinar pegada a las recetas.

Ha sido un año no de carga completa de materias, sino de carga repleta, en la maestría; y ha sido también un año loco, de vivir en dos ciudades. Presenté por primera vez una ponencia en un congreso internacional. Y otra en un encuentro de cine.

Al principio del año reservé en mi agenda cuatro días de octubre, con lágrimas y todo tuve que tacharlos, snif snif.

El Cafecito se volvió, bueno, lo volví impuntual.

Y en el Dorixblog, cada vez menos posts: 238 en 2005, 219 en 2006 y apenas 202 en 2007, snif snif.

Algo más, el Facebook me ha resultado adictivo.

Y Dios (sí, Dios) se asoma cada instante.

En suma, pese a todo, he sido feliz feliz feliz. Amo mi vida.

La canción del año, por supuesto, Bonito de Jarabe de Palo.

martes, enero 01, 2008

notas de jornada intensa de producción académica

Dos noches sin dormir. 23 horas continuas en una vez. 30 horas continuas en la otra. Y no morí en el intento.

El reputísimo cable de la lap (primera vez que este bonito blog alberga la palabra "reputísimo", pero de veras me alteré) tuvo a bien atrofiarse en domingo por la mañana, con un avance de tesis, un artículo y un ensayo por terminar y enviar.

Ricardo se convirtió en alarma: "señorita, faltan 16 horas para la entrega del trabajo". Mil gracias, Ricardo.

La hora crítica de sueño, fue de la 1 a las 2 de la mañana. Después, como si nada.

La hora crítica de frío, fue de las 6 a las 7 de la mañana, me entumecí como pocas veces.

La primera vez que intenté ir a dormir (tras la jornada de 30 horas), llegaron cinco mensajes, cuatro llamadas y llegó mi mamá para comer. Se pospuso la siesta.

La segunda vez que intenté ir a dormir, Justina decidió sentarse a maullar al lado de mi cama... y después tuvo a bien rasguñar la ventana (con lo que me altera el ruido de uñas sobre vidrio)... y finalmente le dio por escalar el edredón. Cuando Justina se calmó, más mensajes. Y me daba flojera levantarme a buscar el celular. En algún momento dejé de oírlo. Cuando desperté, cuatro horas después, 14 mensajes y tres llamadas perdidas.