jueves, enero 10, 2008

yo ya no sé si he perdido la razón

Crucé la calle por inercia y llegué a unos escalones que llevan a un jardín. Pensé de repente en San Miguel de Allende y las calles empedradas y el cielo entre los árboles y tu voz. Y extrañé tanto esos ojos, tus ojos. Y tus manos. Hoy sólo necesito un abrazo tuyo y llorar con la cara hundida en tu hombro y que no me digas nada. Llorar y saber que estás ahí, como siempre. Llorar y contarte que hoy me desplomé viviendo el dolor de otros y resucitando el mío. No te lo tengo que contar, me conoces. Sólo necesito caminar contigo, por inercia, en calles y jardines y hablar de todo y de nada y mirar el cielo a través de las copas de los árboles y olvidar tanto. Olvidar, por ejemplo, que alguna vez perdí la cabeza por tu amor.

2 comentarios:

La Blu dijo...

Doris perdió la cabeza por amor... eso me gusta saberlo, aunque te duela tu corazón.

te ofrezco mis pasos al lado de los tuyos, quizás te venga bien llorar en mi hombro chaparro.

Prometo no hacer preguntas.

Dorix dijo...

Mil gracias, Bluesita... pero, cof cof, la cabeza la perdí hace algunos años y es una historia que conoces. Ganas de llorar sí he tenido todos estos días, acepto el ofrecimiento.