Soy una cursi de clóset, lo confieso. Por eso derramé unas cuantas lagrimitas a eso de las 7 AM (y luego no podía ponerme el rímel, ash), cuando vi el video de un momento emotivo en la boda de alguien que conozco.
Empiezo a dudar que este corazoncillo que suele ser tan duro, sea realmente de piedra.
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