viernes, mayo 04, 2012

las palabras dicen más de lo que dicen...

Una de las poquititas veces que hablé con Juan Pablo de Ávila, hice un comentario muy estúpido en tono de broma que no le simpatizó en lo más mínimo, el Justes fue testigo. Me dejó clarísimo que el clasismo se cuela en las palabras que usamos cotidianamente, que las palabras dicen más de lo que dicen. Nunca se lo conté, pero desde entonces cuido más mis palabras... o, al menos, eso intento.

La semana pasada, Ricardo me contó que Juan Pablo tenía cáncer. Hoy supe que ha muerto y sigo sin poderlo creer. Nunca fuimos amigos de uña y mugre, por eso me da penita aparecer en su funeral, del cual, por cierto, quedan como 50 minutos. Como sea, recordaré siempre el episodio de la calle 5 de mayo, con esas palabras que se incrustaron en mi mentecilla retorcida. Recordaré también su gesto duro, su rebozo y su amor por los gatos.

Descanse en paz, Juan Pablo.

Me robé esta foto del muro de Irving Figueroa.

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