El mundo es un pañuelo, eso ya lo sabemos todos. Como sea, obtuve otro poco de evidencia empírica para sustentar esa hipótesis, hace unos días. Sucede que
Sfer organizó un
intercambio poético bastante interesante. Me inscribí y recibí después los nombres y direcciones de las personas a las que debía enviar postales con poemas. Los destinos eran Madrid, Santiago y Aguascalientes. Y, de Aguascalientes, la destinataria es una gran amiga mía,
Arlette. En fin, sí, el mundo es un pañuelo,
Arlette ya recibió
un poema con unos patos gordos, que tardaron semana y media en viajar por correo postal a un lugar bastante cercano de la misma ciudad.
Más fotos del intercambio
acá.