lunes, marzo 05, 2012

Una y otra vez

Decir que ya no soporto los funerales no es ya una novedad en este blog. Ir a uno y otro y otro y otro mueve muchas cosas entre mi mentecilla retorcida y eso que llaman corazón. Mi papá decía que todos tenemos que morir y asumía la muerte con mucha naturalidad. Siempre pensé que mi papá tenía razón, lo pienso aún. Cuando él murió eso que me enseñó sobre la muerte cobró otro sentido, tenía claro que, efectivamente, todos hemos de morir y que era lo mejor para él en ese momento; al mismo tiempo, me enfrenté por primera vez a un sentimiento de soledad (o tal vez desolación) realmente horrible, era como caminar sola y de prisa por una calle amarga, era necesitar la mirada y las palabras de alguien que se había ido. Cuando estoy en otro lado, tengo clarísimo que la muerte es parte de la vida y que es una experiencia que compartimos todos; cuando regreso a esta misma funeraria, me reencuentro con el dolor y la soledad, como si los hubiera dejado aquí ese 21 de diciembre de 2003, como si esperaran mi regreso una y otra vez.

2 comentarios:

Esquina Tijuana dijo...

:( el aniversario luctuoso de alguien muy significativo en mi vida es también 21 de diciembre, pero fue de 2001, y sí: me dejó desolada, su partida me dejó desolada. Al tiempo ya puedo hablar de esa persona sin ponerme a llorar, ya no me apesadumbra tanto su ausencia.

Cosa terrible los funerales, me resultan comprensibles e incomprensibles a la vez.

Saludos ☻

Dorix dijo...

Otro abrazo para ti. Gracias, porque hay cosas que sólo se comprenden cuando las experiencias se comparten.