sábado, abril 20, 2013

De cuando los sueños tardan 20 años en hacerse realidad

Cuando vi la cara de Lucas -que aún no se llamaba Lucas- supe que era ése uno de los perros que soñé cuando era niña. Tardó 20 años en llegar y tuvo que ser rescatado de la calle donde fue abandonado. Resultó ser un labrador pirata. Tenía/tiene las patas largas y las orejas chuecas. Tiene también una miradita tierna y una ingenuidad increíble. Tardé siglos en enseñarlo a subir y bajar escaleras, aún le teme a la oscuridad, es feliz cuando hace mucho viento y se mueven sus orejas, ama sus juguetes y los defiende a como dé lugar, ahora ama también a Eufemia -la nueva adquisición o, mejor dicho, la rescatada más reciente-. Es una belleza de perro.

2 comentarios:

El Pensador Mexicano dijo...

¿Sabes cómo sé que ese perro será feliz contigo? porque tienes el detalle de enterarte de que el viento moviendo sus orejas le hacen feliz. Felicidades por eso.

En otro tema, ¿te gustaría que intercambiáramos links pa'l blogroll? el mío es http://warmgunner666.blogspot.mx/ , ahí si te late el plan me avisas por allá, ¿vale?

Saludos.

Dorix dijo...

¿Así que de ese modo se sabe? Interesante. Gracias por venir.