A algún vecino le pareció buena idea saltar de una playlist de pop de los 80 a "Yo no sé mañana". Mi mente explotó. Me trasladé a los recuerdos borrosos del tiempo en que esa canción era el vínculo entre cierto hombre y yo. En aquel tiempo sonaba lejano el "mañana" en el que no sabíamos si estaríamos juntos o si se acabaría el mundo. Pues nada, hace mucho que no estamos juntos y 2020 hace pensar que el mundo se acaba. No es alguien que extrañe, a pesar de todos los buenos momentos que hubo. Tampoco es una historia a la que quiera regresar, no quiero y, si quisiera, tampoco sería posible. Sin embargo, la mente es traicionera.
jueves, septiembre 03, 2020
Yo no sé mañana
Etiquetas:
divagaciones mías,
encuentros cercanos del tercer tipo
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