miércoles, marzo 12, 2008

dulcissime



Una parte del final de Carmina Burana de Carl Orff.
Kathleen Battle, Thomas Allen, el Coro Shin yu-kai y la Filarmónica de Berlín, dirigidos por Seiji Ozawa.

Sobra decir que me encanta, me enloquece y me saca lagrimitas.

6 comentarios:

Gregorovivs dijo...

Sabía que existía esta versión, mas no le había hecho caso.

Me impactó la dicción clara y magnífica del coro, hablan el latín como hay qué hablarlo, y nó como si fueran gringos tratando de hablar español.

Kathleen... ah!

In trutina mentis dubia... maldición, eso es no tenerle miedo ni al cuerpo ni al sentimiento ni al deseo.

Si esa mujer me cantara esa pieza, no dudaría mucho antes de buscar frenéticamente el lugar más cercano y propicio para... ejem. Mejor guardo silencio.

Has visto el video donde ella canta la 'Canción de cuna'...? Es tremendo. Hay una versión de ella de la Bachiana Brasileira no. 5 de Villa-Lobos que también me hace estremecer y ponerme casi en celo.

Gracias por el fragmento de video. ya estoy bajándome la peli completa, mide algo más de un giga.

Salud.

Greg.

Dorix dijo...

Para mi gusto es la mejor versión.
La Battle me da miedo.
No he visto el video de la "Canción de cuna", pero gracias por la referencia.
Y gracias por la visita. Saludos.

Gregorovivs dijo...

Te recomiendo la escucha de la versión de Riccardo Chailly. De las varias que he escuchado y oído es y me sigue pareciendo, la mejor. Claro que la cuestión de las versiones reside precisamente en el gusto.

La interpretación de Kathleen resuma sensualidad por los poros, mas la de Chailly es fiel al pentagrama, cuidadoso en los matices, y no tiene miedo de exigirle al coro cosas que parecen imposibles.

En la partitura de la obra aparecen grupos extensos de notas en redonda, esto supone sostener notas en distintos matices por varios segundos -diez, quince o veinte- pero algunos directores hacen pequeños cortes de acuerdo con los fraseos orquestales, cosa que no está pensada ni escrita en la partitura. Este hombre hace que pensemos que los cantantes literalmente tienen un fuelle conectado al esófago para poder interpretar esas partes.

Chailly es algo efectista, también. Y su versión -lástima- es tan excelente y magnífica con el juego de matices y expresiones, que estoy casi seguro es la que usan muchísimos luchadores de México al hacer su entrada en el ring.

En fin, gracias por hacerme saber de esta magnífica interpretación de la Battle.

Greg.

Salvatore dijo...

¡Qué bello es saber que hay tantas mujeres bellas y sensibles como tú en el mundo!
Soy amigo de Carlosasecas.

arcgabriel dijo...

Llego via Salvatore a tu blog, èl es como un gambucino que siempre encuentra oro en el mundo del blog y el tuyo, no es la escepciòn.

SALUDOS DESDE LAS ALTURAS DE LA LITERATURA.

Dorix dijo...

Mr. Greg: Gracias por la recomendación.

Salvatore: Lo dicho, qué bello es saber que en la maraña de redes virtuales hay pasiones compartidas. Saludos a Carlos. Sobra decirlo, gracias por los comentarios.

Arcgabriel: Pues igual y "dulcissime" es oro en donde sea, mi humilde bló en su conjunto puede que sea nocivo para la salud mental, ja ja. Mil gracias por la visita y por los comentarios.