martes, marzo 25, 2008

invisible a los ojos

Las dos semanas más recientes han sido rete-harto-juertes. Encomiendas salidas de la nada (¿existirá la nada?), regresos (pero no del todo), reencuentros, desencuentros, dudas, cansancio, respuestas (muchas respuestas, hasta dos que tres que responden a preguntas no formuladas), lazos rotos, abismos, lazos invisibles que no se han roto, lágrimas y sonrisas, un deseo cumplido, un horizonte, despedidas, dos que tres berrinches, muchas esperanzas y más preguntas. Algo de mí se murió en estos días. Algo también resucitó. Y heme aquí, todavía, en mi propio caminito de Emaús.

3 comentarios:

La Blu dijo...

Todos de algún modo resucitamos... un beso.

Dorix dijo...

Otro desde este lado del monitor.

Tramontana dijo...

Suena a que ha sido intenso.

Un abrazo.