viernes, octubre 31, 2008

efecto tesis

Hay unos centímetros menos donde alguna vez tuve la cintura, sin dietas ni ejercicio, sin productos mágicos de informercial, sin desórdenes alimenticios, sino con puritito exceso de trabajo... creo que es el efecto tesis.

Cuando hice mi bonito proyecto recepcional (no sé quién carajos decidió que esas cosas se llamaran "proyectos recepcionales") de licenciatura, bajé tres kilos de sopetón en la última semana del semestre. Y el día de la fiesta de graduación descubrí que mi bonito vestido negro me quedaba grande, así que mi mamá tuvo que hacerle unos ajustes de último minuto, grrrrrr. Por andar en la sesión de maquillaje y peinado (rete alto peinado, han de ver) y en los arreglos del vestido, no tuve tiempo de comer y cuando llegué al jardín donde nos tomaron la foto de graduación más fea del universo (que nos cobraron como si sirviera), una compañera-fea-y-mala-onda empezó a preguntar a todos qué habíamos comido.

Dorix: Nada.
Compañera-fea-y-mala-onda: ¿Para caber en el vestido?
Dorix: No, pequeña, si con el vestido ni broncas tuve... a propósito, a mí no me tuvieron que poner varillas, ¿cómo andan las tuyas?

Jo jo.

No me acuerdo si ya había contado en este blog de revoltijo mi anécdota curiosa y mala onda, pero me hizo gracia recordarla (la anécdota, no a mi ex-compañerita-mala-onda).

6 comentarios:

Mond dijo...

Pues si la habías contado, no me había tocado, así que :)

¡Ya termina!

Dorix dijo...

Ya terminé (o casi, jiji).

Xavysaurio dijo...

Por hay me han llegado comentarios sobre tu tesis, Dios de Dioses, te juro que me dierón unas ganas enormes de leerla, de verdad.

¿Como le hacemos? =D

Dorix dijo...

La tendrás, Xavy. Nada más deja que supere la versión de borrador de tesis, ya verás :D

Tramontana dijo...

Mmm... creo que una dieta es hasta más sencilla que hacer una tesis...

Dorix dijo...

Y sigo prefiriendo una y mil tesis, je je.