martes, julio 14, 2009

l'amour est un oiseau rebelle

Quienes me conocen, saben lo grinch que soy para el amor cuando se intenta encajonarlo en guiones; saben que me enamoro fácil (mucho más de lo que estoy dispuesta a aceptar) y me desenamoro con la misma velocidad, que dejo ir gente sin que me remuerda la conciencia (y una que otra vez, aunque me remuerda la conciencia) y que lo mismo espero del otro lado. Quienes no me conocen tanto (y creen que sí), con frecuencia osan aconsejarme que no le saque, que no deje ir a Fulanito porque seguro no encontraré otro como él, que me arriesgue a amar y sufrir (tal cual), que me comprometa como corresponde a alguien de mi edad (no fuera siendo que se me vaya el tren)... quizá lo peor que me han dicho es que necesito un ser inferior a mi lado que no se infarte con mis logros (bah, como si fueran muchos). Hace un momento platicaba con Caro al respecto y, por algún extraño motivo, terminamos recordando amores pasados y buscando patrones en ellos (si seremos ñoñas). Me acordé, sobre todo, de cierto amorcillo que no ha de ser nombrado; le contaba que, visto a distancia, lo que él y yo teníamos en común era mínimo y, sin embargo, me enamoré como taruga en aquel momento; él era (¿o es?) todo lo formalito, sereno y ecuánime que no soy, no sé si en eso residía su atractivo. Le contaba también que justo ahora me abruman los mensajes de alguien que conocí hace días, demasiada miel para mi gusto, demasiado bombardeo para mis costumbres; que a veces me siento como villana de cuento cuando (entra Dorix versión tía abuela) no correspondo a sus atenciones, pero no puedo, no cuando siento que ni puedo respirar. Quizá sea que me enamoré de la extraña historia de amor de mis papás, miren que vivir juntos 24 años sin compromiso, bajo la premisa de que el primero que se canse se va, es increíble. Quizá por eso me atrae lo impredecible y me da flojera lo "seguro". Quizá porque creo que l'amour est un oiseau rebelle.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, da miedo el amor. Pero uno tiene que vencer ese miedo para tomar acuerdos con el que se ama. Sin compromiso y con él, uno tiene que agarrar el toro por los cuernos y vivir la experiencia!

Suerte, Doris!!!!!!

La Blu dijo...

Todas las relaciones se rigen por el mismo principio, pero pocas trascienden como las de tus papás.

Ojalá me toque compartir contigo tu historia, esa que te llene hasta desparramar.

Besos y ya no hagas caso a esas voces necias, algunos no sabemos realmente lo que decimos.

Anónimo dijo...

La Blu tiene todita la razón!!!!!

=D