Aunque las señales ya estaban, supe que aquello había terminado un día que quise enviarte un mensaje y pensé "¿para qué?" No se acabó cuando nuestras agendas se complicaron o cuando crecieron los desacuerdos, se acabó cuando dejaste de ser mi primera opción para hablar, cuando dejó de preocuparme que no me encontraras, cuando dejé de confiar en ti. No me lo has dicho, pero supongo que te pasó lo mismo.
Pese a todo, tengo mucho que agradecerte, el tiempo que pasamos juntos fue genial y quedan muchas cosas, no sólo las memorias. Sé que te hice daño y debes saber que me hiciste daño también, los egos son letales.
Dice la canción que "no será fácil jamás decir adiós". Lo sabemos, quizá por eso no lo hemos dicho.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario