Tres horas de cátedra, no de clase, de verdadera cátedra. Sigo impresionada. La pasión se llama Rossana y se apellida Reguillo Cruz.
Y un día después, comida no planeada con Rebeca y Chava, de algún modo, compañeros de aventuras. Invasores somos y es divertidísimo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario