jueves, octubre 25, 2007

tu sonrisa inolvidable

El reencuentro, el abrazo, la caminata en busca de restaurante, la comida, la brecha generacional (“como que aquí la gente no se ve de nuestra edad”), todo me encantó… y más me encantó volver a verte, hablar contigo, reír contigo. Gracias A. por la amistad que no sé si siempre estuvo ahí, pero que ayer estuvo aquí; gracias por esas horas, cuasi bonaerense, “hoy que los huesos crujen por las humedades, tu sonrisa inolvidable me hizo tanto tanto bien”.

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