Nunca creí en el relato de Aguascalientes como la tierra de la gente buena. Hoy menos que nunca.
Hoy no creo en quienes se rasgan las vestiduras al aire, ni en las luces encendidas y los discursos oficiales.
Hoy lo único que creo es que esto se volvió la ciudad del miedo, de la desesperanza... y me da como asquito.
2 comentarios:
¿Sólo la ciudad?
Tal vez el país del miedo.
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