No me arrepiento de las decisiones que he tomado, ni de haber hecho lo que no se esperaba de mí, tampoco de involucrarme en proyectos que de pronto pisan callos, mucho menos de ser amiga de quienes soy. Si lo que estoy viviendo ahora es el precio, pagado está. Como sea, todos tenemos fecha de caducidad y quizá no me toque ver cuando unos cuantos caduquen, pero hoy que veo las cosas con mayor claridad, veo que, como dice Bunbury, "no hay males que duren más que yo y prefiero cantar roncanrol donde conviene estar callado".
3 comentarios:
¡Esa es valentía y defenderse uno mismo!
Esa firmeza también será recompensada.
Coincido en todo contigo.
Abrazo.
Pues, no sé qué te trae así amiga, pero comprendo completamente ese sentimiento de preguntarte en un punto del camino si las cosas hubieran sido diferentes de haber tomado otras decisiones, y comprendo también lo importante de seguir adelante afrontando orgullosamente las consecuencias (casi siempre buenas) de las decisiones tomadas. Pese a todo, pese a lo que te digan, pese a lo que uno mismo a veces sienta.
Por eso, mejor ¡salud! que ya empiecen las posadas y a divertirnos!! jeje
Gracias ;)
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