lunes, diciembre 07, 2009

en esta ausencia que respiro...

Tras una boda emotiva y una presentación de libro, el sábado terminé en el funeral de alguien que, he de confesar, no recuerdo del todo, pero que fue mi vecino algunos años. Se trata de un hombre apenas unos años mayor que yo, que murió en un accidente; la sorpresa fue terrible para todos, hasta para quienes, como yo, lo veíamos poco. Sobra decir que para su esposa y su hija fue peor, vi en sus caras algo que oscilaba entre dolor e incredulidad. "¡Despiértate, papá!", decía la hija y le daba golpes a la caja. ¿Cómo entender que el que salió caminando regresó muerto? ¿Cómo asumir que ya no estará?

*

En menos de dos semanas se cumplirán seis años desde que mi papá murió. Nunca, hasta este sábado, había valorado tanto el tiempo que tuve para despedirme de él... o más bien, para despedirse de mí. Yo no fui capaz de articular palabra, él sí, con gran serenidad fue diciendo "adiós" en pausas, en cinco semanas: un día me pidió que le avisara a sus otros hijos que ya se iba; después me dio indicaciones sobre el funeral (decidió hasta con qué ropa se quería ir); en algún momento me pidió que me cuidara, porque mi palidez extrema empezaba a asustarle, "hasta parece que la moribunda eres tú", me dijo; el último día fue tan doloroso como bello, me contó fragmentos de su vida que parecían insignificantes, pero que al final tenían sentido; más tarde dijo que se iba y cerró los ojos.

*

A distancia creo que veo un papá distinto al que vi en su momento. Donde me parecía un tipo duro, veo que me enseñó a decidir; donde me parecía un papá sobre-protector, veo que me dio más libertad de la que alcancé a ver; donde alguna vez lo vi tantito insensible, veo que era práctico y que le gustaba ser protagonista de su propia vida. A distancia recuerdo su claridad mental y quisiera tenerla, igual que su capacidad para administrar el tiempo y el dinero, sus extrañas costumbres de sacar viajes de la nada ("tengo ganas de ir a Guanajuato, ¿qué tal si empacamos y salimos en dos horas?"), sus pequeños placeres con los viajes y la comida y los periódicos de todos lados y más. A distancia veo que la ausencia no es tal, mientras viva la memoria.

2 comentarios:

Mond dijo...

Este me entró hasta la más profunda de mis entrañas. You know why.

Dorix dijo...

I know. Un abrazo desde este lado de la pantalla.