Tenía muchísimas ganas de ver al Ballet Nacional de Rusia el sábado en el Teatro Aguascalientes, pero estaba invitada a los XV años de la hermana de una amiga justamente esa noche, pensé en ir al ballet y después a la fiesta... al final de cuentas, fui a la fiesta, aunque nunca me han hecho feliz las fiestas de XV años, nunca jamás en la vida, es más, ni siquiera tuve una porque no quise, porque desde tiempos remotos pienso que cumplir 15 años es igual que cumplir 14, 16 ó 24, es un año más, que no pasa una de ser niña a mujer en cuestión de segundos y que se puede dar gracias a Dios por la vida todos los días, no sólo el día de la fiesta de los XV. Como sea, me divertí mucho en la fiesta de la hermana de mi amiga, a pesar de que ni siquiera bailé, porque me queda un mes de "no movimientos bruscos, no correr, no bailar, no saltar" por mi tobillo atrofiado.
En fin, con todo y la desvelada, me fui el domingo a vagar a Guadalajara con mi mamá y, sorpresa, estaba allá el Ballet Nacional de Rusia, gratis en el Festival Tapatío. Sobra decir que fui muy feliz. Pude verlos cuando creí que ya ni chance había. Continúan las sorpresas en mi vida.
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