viernes, marzo 31, 2006

un accidente (sin deberla ni temerla)

Corría el año de 2002 y era yo una reportera de Radio Universidad. Cierto día caluroso, como éste, salí de la Universidad para ir a hacer una entrevista y subí a un camión, creo que ruta 4. Sorpresa, en el camión iba un chavo que me caía muy bien, estaba en la misma carrera que yo, pero un año arriba. El pobre cuate traía dos cámaras, tripiés y demás triques; y entre todo, intentaba levantarse para dejarme el lugar. Le dije que siguiera sentado y no se preocupara, total, en 2 minutos terminaría mi viaje en ese camión. Entonces me dijo: "salúdame, al menos, ¿no?" y, muy mona yo, me incliné para saludarlo, iba a darle un beso en la mejilla... ¡sorpresa!, el camión arrancó, la chava de al lado me empujó y no atiné a dar el beso en la mejilla, sino en la boca. No me dio chance de articular palabra; en menos de un segundo, muy sonriente, me tomó la mano y me dijo: "no te preocupes, está bien". Desde entonces, cuando nos encontrábamos, me sonreía más que de costumbre, je je. Y sí, confieso, durante dos semanas no dejé de pensar en él. Después, no sé qué o quién acaparó mis pensamientos.

Anoche lo recordé. Hoy supe de su existencia nuevamente.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Son este tipo de hechos los que me hacen pensar de la existencia de una mente superior que ya lo tenía todo planeado en el inicio de los tiempos.

Laudanum dijo...

preteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeextos.

Jorge Pedro dijo...

cuéntanos quién es él. anda.

Dorix dijo...

Pues iba en el mismo grupo que tú. La frase "sin deberla ni temerla", ¿te recuerda algo?

Laudanum dijo...

si iba en el mismo grupo de JP entonces iba en el mismo grupo que yo...
y "sin deberla ni temerla" no me recuerda a nadie...
agradeceré cualquier pista.

Dorix dijo...

Je je je... amiguitos desmemoriados...

Anónimo dijo...

¿Armando Andrade?