viernes, junio 06, 2008

nota roja de jueves

Con la novedad de que este jueves 5 de junio mi jefa me pidió llegar a la oficina a las 10 y no a las 9 de la mañana, porque tenía unos asuntillos previos que arreglar y el chisme, perdón, el plan de trabajo, teníamos que hacerlo juntas. Demasiado lindo, ¿no?, podría levantarme más tarde o resolver pendientes o leer. Pero nooooo, un sueño feo tuvo a bien despertarme a las 4 de la mañana y después me costó trabajo conciliar el sueño ante el concierto felino del novio de mi gata Justina, maldito gato se instaló en mi ventana mientras la Justi lo contemplaba y ronroneaba cerca de mi cama. No sé a qué hora me dormí, pero a las 7, estaba despierta otra vez, así que, buscando el lado amable, me levanté a correr, me bañé, quesque me arreglé (¿o debo decir "luché contra mi cabello"?), desayuné, resolví unos cuantos pendientes, divagué, me puse a leer y salí, como acostumbro, cinco minutos antes de mi hora de entrada (vivir en lo que algunos de mis amigos tapatíos llaman "rancho Aguascalientes" tiene sus ventajas, cinco minutos me alcanzan perfecto para salir de casa, encontrar taxi y llegar al trabajo a la hora en punto :P). En fin, que iba yo en taxi, por Canal Interceptor (bendita sea esa avenida, se evita uno semáforos, exceso de coches y se sale rápido) y justo en el momento de dar vuelta hacia Avenida Universidad, plop, un reporte en el noticiero de José Luis Morales (el mismito que se ha erigido como ídolo del pueblo... sin comentarios) hizo que el taxista y yo nos quedáramos al borde del patatús, quesque había un fuerte operativo con presencia de federales en UGASA, o sea, por donde íbamos a pasar... y ya no había por dónde regresar... y con la paranoia del "jueves negro" para acá, que se vio agudizada con las cuatro balaceras del martes, lo menos que se espera es un balazo. Ni modo, pasamos y, en efecto, había frente a UGASA varias camionetas de la Policía Federal, agentes armados y una bola de mirones que hasta bajaban la velocidad de los coches para ver qué pasaba. Corte a intervención de Morales, que el operativo no era por secuestro, narcos o equivalente, que todo había sido porque a ése y todos los rastros de Aguas les cayó la revisión de la SAGARPA en busca de clembuterol y que los federales iban nada más a custodiar (no sea que una vaca loca le disparara a algún químico de la SAGARPA). Todavía no sé cómo interpretarlo. Por cierto, con tanto lío, llegué dos minutos tarde, shalalá.

4 comentarios:

Tramontana dijo...

Que bueno que no te tocaron los balazos, ni de lejos ni de cerca. No suena divertido tener que pasar por enfrente de un operativo.

Jajaja 2 minutos tarde ni se cuentan! Se me hace que eres medio obsesiva.

RaDiKaL dijo...

Yo siempre llego como 10 minutos tarde... tengo fama de llegar tarde a todos lados.

Dorix dijo...

Tramontana: Sí, no es divertido, es la segunda vez que paso así de cerca y aunque no sean graves, me asusta. Por los dos minutos, sí, mea culpa, exageré, exageré, exageré, ja ja ja.

Radikal: Yo en Ags soy rete puntual, pero he de confesar que en Tapatilandia me cuesta mucho trabajo serlo, cuando no se friega un semáforo, se cae un árbol en Las Fuentes o se atraviesa un accidente en Periférico, es más, alguna vez hasta me tocó una carrera ciclista en Chapultepec; y ahora que me acuerdo, hasta en Zacatecas se me ha atravesado el tren y me he quedado como taruga atorada en un taxi viendo pasar vagones. Saludines.

santino dijo...

Yo sigo siendo puntual en este enorme rancho que se desborda todos los días de sus limites razonables. Saludos!