jueves, febrero 17, 2011

308

Nunca pensé volver a encontrarme con mis compañeros de secundaria. Corría el año de 1996 cuando muchos nos dejamos de ver y, como aquéllos no eran tiempos de correo electrónico y demás maravillas, perdimos el contacto.

Casi 15 años después, hemos vuelto a saber unos de otros vía Facebook. Me da la impresión de que las cuasi peleas a muerte ahora nos dan risa y de que ésos que fuimos aún viven en nosotros, aunque ya no somos los mismos.

Y tal vez deba decir que no sólo no somos los mismos porque hemos madurado aunque sea poquito, sino también porque somos menos. Hoy uno de mis compañeros contó que otro se suicidó desde hace 12 años; no sé si los demás lo supieran, yo no lo sabía, y me resulta complicado entender cómo cambiaron nuestras vidas más allá de los juegos de basket, los apodos tontos, los primeros romances y las escapadas a la Conasupo y a los huequetines de Plaza San Marcos.

No hay comentarios.: