lunes, noviembre 28, 2005

burocracia y elevador asesino, grrrrrrrrr

El elevador de la clínica 7 atentó contra la vida de la pequeña Dorix, dos veces intentó cerrarse y prensar a quien esto escribe; si ya es demasiado andar a brinquitos gracias a una patita atrofiada, caray.

Tuvieron la genialidad de asignarme el consultorio 12, ni más ni menos que el último del pasillo, lejos muy lejos del elevador asesino.

La secre llegó tarde y me recibió con la novedad de que yo no estaba anotada en la lista, a pesar de que tenía cita a las 8 AM, que me podía dar cita hasta el jueves y que si pretendía que me revisaran hoy, debería esperar a ver si algún incauto de los que tenían cita no asistía.

Milagrosamente, quien tenía la primera cita, no llegó, así que pude pasar. La doctora fue muy amable, eso sí, pero malditos consultorios, son diminutos y uno entra por el archivo, caray, pasar por ahí con andadera fue otra odisea.

Para colmo, debo regresar el viernes, grrrrrrrrrrrrr.

Si por eso uno va a hospital privado, para ahorrarse estos relajitos, y los acaba pasando de todos modos porque sólo el IMSS puede expedir una incapacidad, grrrrrrrrrrrrr.

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