
Se oyó un maullido extraño. Luego un trancazo. Salí a buscarla. No estaba en las macetas ni en rincón alguno del balcón; estaba en la calle, buscando la puerta de la casa. La Justi había volado del balcón a la banqueta. Más de tres metros y ella es bebé aún. Bajé, abrí la puerta y entró corriendo muy asustada la gata voladora.
5 comentarios:
¿Sabes cuántas vidas le quedan todavía? Porque eso seguro que se ha cobrado una de ellas.
Un abrazo y espero que no se haya ningún daño. ;D
Deben quedarle seis.
está hermosa tu gata voladora :D
Sí, es linda linda, esa foto no le hace justicia a la Justi.
Por fin conocí a la Justi, es bella en verdad.
Un saludo.
Caro.
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