domingo, diciembre 09, 2007

Blue-Blue & Do-Do


Hace algunos años que sufro de escasez de tiempo, los días nomás no los logro extender y no alcanzo a hacer todo (entiéndase "todo" como "todo lo que quiero" o "todo lo que debo" o la suma, resta o multiplicación de los dos anteriores). El punto es que, sobre todo en este semestre, me asomo a los blogs (hasta al mío) a destiempo y no había visto que Blue escribió algo requete bonito acerca de mi visita a su nueva casa. Será que ando sentimentaloide o será (lo más seguro) que quiero mucho a la Bluesinha, pero estuve a nada de soltar las lagrimitas (no lo hice, porque hoy sí me maquillé y por mucho rímel a prueba de agua que uno use, la revoltura de eso con sombra, polvo, sudor y lagrimitas, arde). Leer ese post me hizo recordar que si bien nos conocimos en la uni, en aquellos bonitos salones contiguos del edificio 4, fue en la clase de inglés donde nos hicimos amigas. Éramos insoportables, hacíamos bloque (junto con mi amiga Cristy) y nos reíamos de todo. Alguna vez apareció en el salón alguien que no ha de ser nombrado (y que no están todos para saberlo ni yo para contarlo, pero fue mi amigo y mi amorcillo y lo quise tanto y le hice tanto daño y me hizo tanto daño) y cuando se puso duro el intercambio "civilizado" de palabras entre él y yo, salieron Blue y Cris a poner jetas y decir cosas. Otra vez a Blue le dio por hacer análisis grafológico y me dijo cosas tan maravillosas como que trato a los hombres con la punta del pie (sabe por qué será, me lo volvió a decir la semana pasada en su casa, más o menos siete años después de aquella clase). Y tantos días salimos corriendo de esa clase en el edificio 49 hasta el 112 (el Campus Campestre de la UAA), para llegar a las otras clases, vaya que Bluesinha sufría con mi "velocidá". Y casi todos los días se burlaba de mis gustitos, en aquellos años me gustaba muchísimo cierto fulanito que tenía demasiado parecido con mi papá (la estatura, los ojos diminutos y hasta el temblor en el labio inferior a la hora de los enojos). Lo bonito es que el curso terminó y la amistad siguió y siguió y siguió; si bien durante varios años no nos vimos tanto, tejimos puentes vía messenger primero y después vía blog. Compartimos las pérdidas cuando se acabó el 2003 y no sé cuántos litros de lágrimas a uno y otro lado del monitor. Compartimos también las emociones, las novedades. Me contó de un tipo maravilloso, una vez, en un café, al salir del CIELA. Y no hace mucho, en el café del baño inspirador, me enseñó su anillo de compromiso y me contó con ese brillito en los ojos de la entonces futura boda. No supe cómo pasó tan rápido el tiempo, pero los planes, las invitaciones, las aventuras para llegar, la boda hermosa, el chal post boda en la comida en casa de los Blue... tanto ha pasado... y tanto queda por pasar. Shalalá, qué bonito.


Gracias por todo, señores Blue. He prometido ir en 2057 a las bodasdioro, chocha chocha (si a los 25 tengo achaques, a los 75 iré mínimo de bastón), pero feliz y contenta. Los quiero.

4 comentarios:

Pillo dijo...

Ahhhh tu eres Do-Do..mmm bueno saberlo para enviarte una bolsa de sugus...no saben igual que antes pero igual rifan....

Dorix dijo...

Ja ja, gracias. Sí, yo soy Do-Do, menos conocida como Dorismilda, mucho gusto :P

Tramontana dijo...

Oh que suerte la tuya de tener a la Blu cerquita!

Yo creo que yo no llego a la bodas de oro, ¿que tal si mejor nos reunimos en las de plata?

Dorix dijo...

Ja ja, sí, las de plata nos van bien. Ya nos veremos en 2032 y, si la libramos, en 2057.