sábado, diciembre 01, 2007

las coplas del retache

"... es sólo que no veo la importancia de los blogs personales, están ahí como botellas lanzadas a la mar y a nadie le importa, hasta que llega un loco, o una loca, a investigarlos". Así empezaron las coplas del retache... en una esquina, perdón, en una butaca, cierto investigador español* muy fregón de una universidad de aquellos rumbos... en la otra, Dorix, humilde alumnita del ITESO... y el escenario, un auditorio del CUCSH, en el marco (ah, qué institucional soné) de cierto congreso iberoamericano de comunicación. Pues resulta que ambos presentamos ponencia en el mismo grupo de trabajo, él en torno a los j-bloggers, yo acerca de la memoria de lo cotidiano en blogs, y a la hora de la discusión, que suelta el comentario (sobra decir que la loca soy yo) que desató quince minutos continuos de coplas del retache en términos académicos... que si los blogs personales son botellas lanzadas a la mar (seguro los otros blogs no, ¿verdad?) y a nadie le importan, resulta que hay procesos complejos de comunicación, formación de redes, construcción social de memoria y más; que si las historias de los bloggers están desarticuladas, resulta que hay súper-temas (en términos de Jensen) que atraviesan las narraciones y hablan del sujeto en la modernidad; que si lo cotidiano es irrelevante, resulta que académicamente no es importante en sí mismo, pero sí en cuanto revela procesos, prácticas y condiciones del sujeto en la modernidad; que si acaso hay manera de abarcar todo eso metodológicamente, resulta que sí, desde el modelo de la hermenéutica profunda de Thompson (que, además, no es el único camino posible)... en fin, quince minutos, intensos, miradas convergentes, silencio alrededor... y por primera vez en la vida no me quedé sin respuestas. Creo que el diálogo, aun en formato de coplas del retache, fue enriquecedor; lo que me espanta, sin embargo, no es ser la "loca" que ha decidido investigar lo cotidiano en blog, sino que se descalifique a priori bajo el argumento de que a nadie le importa y que se asuma que no hay complejidad en lo cotidiano. En fin, he aquí mi propia "botella lanzada a la mar".

* No digo quién es porque me interesa en este momento rescatar la discusión, no sacar trapos.

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