Me sorprendió recibir una invitación al bautizo de la bebé de quien fue una de mis grandes amigas en secundaria. Hace casi 15 años que no nos vemos (aunque a ella no le encante hacer cuentas de los años), nos reencontramos por Facebook hace tiempo y hoy, que volvimos a vernos, fue como si nada hubiera cambiado, aunque bien sabemos que ya no somos las mismas. Como sea, los reencuentros suelen tener algo de sorpresa, algo de felicidad, mucho de memoria.
2 comentarios:
Me alegro por el reencuentro amiga... Besos y mordiscos.
Yo también, Miguel :)
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