miércoles, abril 13, 2011

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Considerando que no me gusta esperar, menos aún cuando lo que uno espera es un maratón de alumnos que entreguen su trabajo final del cuatrimestre. Para hacer más llevaderos esos minutos eternos, cargué con Aparta de mí este cáliz, de Luis Humberto Crosthwaite, que me prestó hace tiempo Carolina. Algunas frases me transportaron lejos del salón de paredes blancas.

"Besar hasta el cansancio".

"Requiere que yo crea en usted a pesar de sus no-palabras y sus no-señales".

"Me gustaba ser un personaje secundario, me resultaba menos comprometedor".

"Qué es un enemigo sino el reflejo de uno mismo".

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