viernes, abril 29, 2011

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Dicen que las lágrimas limpian el alma. Si es así, la mía ha quedado rechinando de limpia. Hoy he llorado cual Magdalena, por todo, porque viví un episodio donde mi padre parecía hacerse presente con un "hey, aquí estoy", porque osé ir a ver Mis recuerdos de Ana a pesar de haber casi jurado que no volvería a ver otra película sobre el holocausto, porque alguien importante reapareció en mi vida y hasta porque yo no tengo la culpa de que alguien no sepa volar. El detonante del torrente de lágrimas fue la película. Quizá llegó en buen momento. Quizá necesitaba llorar tanto como lo hice hoy.

2 comentarios:

Angie dijo...

doris:

las lagrimas limpian el alam y otras la empapan de más

se dichosa el recordar es bueno y tus lagrimas lo demuestran.

besos

Dorix dijo...

Gracias muchas, Aki.