También antier, en El Rosinal.
Dorix: Para mí un té de canela, por favor.
Mesera: ¿Frío o caliente?
Dorix: Caliente.
Mesera: Claro que sí.
(Da tres pasos y regresa).
Mesera: Sí pediste un té caliente, ¿verdad?
Dorix: Sí.
(La mesera llega a la barra y pide, entre otras cosas, mi bonito té caliente).
Chava de la barra: ¿Té caliente?
Mesera: Sí.
Chava de la barra: ¿Segura?
Mesera: Sí.
Chava de la barra: No, ve y pregunta.
(La mesera regresa a nuestra mesa).
Mesera: Sí pediste un té caliente, ¿verdad?
Dorix: Síííííííííííí.
Lo sé, pedir un té caliente en pleno junio es una locura, sobre todo si consideramos que hasta en diciembre pido té helado o capuchino helado; pero, de verdad, no quiero más ataques de tos cada tres minutos.
2 comentarios:
en mi casa puedes beber té de canela caliente... ven a visitarme antes de que me vaya...
¿No era la mesera una güereja de lentes? He tenido pésimas experiencias con ella...
Por cierto, me da gusto encontrarme otros blogs hidrotermopolitanos en la red.
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