domingo, diciembre 02, 2007

viaje al centro de la FIL

Viaje relámpago, dicho sea de paso, que si por mí fuera, habría pasado ahí los nueve días, pero no había modo, se articularon justo en las dos semanas más recientes, un congreso, el viaje relámpago a la ciudad del caos humeante (que físicamente me cansó, pero de ánimo me hizo tanto tanto bien), los días de entrega de trabajos finales con sus desveladas anexas, una comida de fin de semestre, una mudanza, cansancio extremo y una cartera un tanto... vacía. Pero, vivir en Guadalajara (aunque sea media semana) y no ir a la FIL es un crimen, morir de ganas de ir y no ir es doble crimen... y aparte, Colombia, Del Paso... grrrrrr, había que hacer magia con el tiempo para ir.


Decidí ir en jueves por la mañana para evitar las multitudes vespertinas. ¡Error! Había visitas de escuelas, multitudes que avanzaban y envolvían cual mancha voraz a los entes solitarios (como yo). Fue así que llegué al stand de una editorial de ondas de esoterismo y superación personal que, del asco que me dio, me hizo reaccionar, así que a partir de entonces me puse las pilas e hice uso de codos, cadera y miradas matadoras para evitar ser arrastrada por la multitud o bien para llegar a donde yo quería llegar.

He de confesar que no encontré lo que buscaba, pero encontré lo que no buscaba y me hizo feliz. Después de dar vueltas en tiempo récord por enemil stands y recordar lo que me contó un día Carlos Villa que le dijo Arreola alguna vez en la FIL sobre los miles de libros que una persona no alcanza a leer ni dedicándose exclusivamente a leer de por vida y ponerme poquito amarguetas porque ni los miles de títulos garantizan que se pueda encontrar todo lo que se busca... ¡sorpresa!, hice escala en el stand de la Universidad del Claustro de Sor Juana y me topé de frente con un libro (que presentaron el sábado) que ni mandado hacer para mi tesis, lo abrí y la primera línea de la introducción es casi idéntica a mi pregunta de investigación... me cae que me hizo el día.


Por cierto, que el stand del Fondo fue premiado como el mejor en la categoría platino. Estaba monísimo.


Y el stand especial de Colombia estaba divino también, me quedé con las ganas de un rebocito verde, pero ya andaba yo muy pobre para esas horas. Dicen los de promoción turística que de Colombia, el riesgo es que te quieras quedar. Iré, iré... por ahí del 2009 que cesen mis gastos de maestría, ja ja... pero iré.

2 comentarios:

santino dijo...

Mi experiencia por la FIL fue similar, compre todo lo que no buscaba y no encontré lo que buscabam también yo me encontre con un librito muy bonito para mi tésis en el stand de la IBERO, me quede con ganas de comprar a tu tocaya ganadora del Nobel pero el dinero tiene un limite. Por cierto ya conteste la pregunta sobre la ciudá. Saludos.

Dorix dijo...

Sí, Doris Lessing es la onda, también quedó entre mi lista de pendientes.