Acelere total para acabar los pendientes y emprender la graciosa huída, rumbo a la Huasteca Hidalguense. En el autobús había dos Doris, vaya impresión.
Antes, gracias a Rebeca recordé una cita de George Orwell (oh, gran Orwell), gracias a los tuiteros me di cuenta de cuán maravilloso se veía el atardecer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario